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Aliados y rivales desafían el veto migratorio de Salvini

Tres parlamentarios italianos suben a un barco con inmigrantes para pedir su desembarco inmediato

El parlamentario italiano Nicola Fratoianni (izquierda) charla con inmigrantes a bordo del Sea Watch, este domingo frente a la costa siciliana.
El parlamentario italiano Nicola Fratoianni (izquierda) charla con inmigrantes a bordo del Sea Watch, este domingo frente a la costa siciliana.FEDERICO SCOPPA (AFP)

La oposición a la línea dura antinmigración del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, es cada vez mayor. Tres parlamentarios de diversa procedencia —Ricardo Magi, del partido progresista Más Europa; Nicola Fratoianni, de Izquierda Italiana, y Stefania Prestigiacomo, de Forza Italia, el partido de Berlusconi— subieron este domingo a bordo del Sea Watch 3 para pedir el desembarco de los 47 inmigrantes que aguardan desde hace nueve días frente a Siracusa (Sicilia).

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El sábado, los tres solicitaron subir al barco y la Capitanía del puerto se lo impidió, por lo que, en un conato de rebelión, el domingo por la mañana rentaron juntos una lancha neumática, burlaron los controles de las autoridades portuarias y consiguieron llegar hasta la embarcación y subir con abogados y personal sanitario para conocer las condiciones de los inmigrantes, que están en el barco desde el pasado 19 de enero y presionar al Gobierno para que les permita bajar a tierra.

Prestigiacomo, la diputada de Forza Italia, tradicional aliado de Salvini y que mantiene una sintonía particular en materia migratoria con la Liga, defendió en otros tiempos la polémica ley Bossi-Fini, que imponía severas restricciones al acceso de extranjeros a Italia. Aquella norma, impulsada por Berlusconi en alianza con Umberto Bossi, antiguo líder de la Liga Norte, fue declarada inconstitucional. “La cuestión migratoria no es un espectáculo mediático de exhibición de fuerza, como sostenemos desde hace tiempo, sino que hay que afrontarla de un modo serio, político y en Europa, sin aislar al país de sus socios europeos y sobre todo, sin poner en riesgo vidas humanas”, dijo este domingo cuando bajó del barco. “Que el Gobierno afronte la cuestión migratoria con las competencias adecuadas, si las tiene y no impidiendo a un puñado de desdichados bajar a tierra firme”, añadió.

La jugada despertó la ira del ministro Salvini que acusó a los diputados de violar las leyes italianas. “¿Parlamentarios italianos (¡entre ellos una de Forza Italia!) que no respetan las normas italianas y favorecen la inmigración clandestina? Lo siento por ellos”, lanzó en Twitter. Los tres se han defendido alegando que la inspección de la nave, que se encuentra en aguas territoriales y sujeta, por tanto, al control del Estado, está dentro de sus prerrogativas.

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El Partido Democrático, sumergido en una lucha interna, ha anunciado que algunos de sus parlamentarios harán relevos para subir a la embarcación los próximos días.

Berlusconi reacciona

El sábado, Silvio Berlusconi, que recientemente ha anunciado que se presentará a las elecciones europeas de esta primavera, salió del letargo que hasta ahora había mantenido respecto a la política dura de Salvini contra la inmigración y rebatió la postura del ministro de Interior. “Si fuera mi responsabilidad, los dejaría sin duda desembarcar”, dijo ante los micrófonos del programa GR1 de la radio pública. Y añadió: “Se sigue creyendo que la inmigración es el primer problema del país y yo no veo qué pueda acarrear el desembarco de otros 47 inmigrantes que están en una situación precaria en un barco y con mal tiempo, frente a la presencia de más de 600.000 clandestinos que aún están en Italia y que deberían ser enviados a sus países”.

La crisis migratoria se ha convertido en una cuestión política y en Forza Italia temen que las cosas se precipiten y que el paso de su diputada pueda generar un punto de inflexión en su alianza con Salvini. El presidente del Parlamento Europeo y vicepresidente de Forza Italia, Antonio Tajani, declaró ayer que ni Berlusconi ni él estaban informados de la decisión de la diputada. “No sabíamos nada. Ha sido una iniciativa a título personal, de una madre, de una parlamentaria de Siracusa. Creo que la han movido más factores humanos que políticos”. Y ha reafirmado que la postura de su partido no cambia. “Nuestra línea de firmeza contra la inmigración ilegal sigue clara”, señaló.

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