Roma comienza el derribo de ocho mansiones ilegales de un clan mafioso

El ayuntamiento de Roma ha ordenado este martes la demolición de ocho mansiones construidas de forma ilegal en el barrio del Quadraro, en la periferia oriental de la capital italiana y pertenecientes al clan mafioso Casamonica, uno de los más potentes de la ciudad. Este grupo criminal llegó en los años setenta y desde entonces se ha expandido con la venta de droga y la usura hasta hacerse con el control de una parte considerable del territorio a base de amenazas. La fiscalía antimafia estima que su patrimonio gira en torno a los 100 millones de euros. Las mansiones barrocas, los coches de gran cilindrada, la extorsión, las intimidaciones y una desorbitada y prepotente exhibición de lujos y faustos han sido una constante en su trayectoria. También la sensación de impunidad.

Sobre ellos pesaba una orden de desalojo y derrumbe desde hacía tiempo, pero hasta ahora nadie había dado la orden de ejecutarla. Cuando los agentes entraron, de madrugada, en las mansiones se encontraron con una panorámica que podría asemejarse a un plató cinematográfico —de hecho, la serie Suburra está inspirada en el clan— excéntrico: estatuas doradas de caballos, tigres y leopardos, cunas de estilo imperial, frescos en las paredes, bustos de mármol, oro a raudales y en todas partes, columnas dóricas en la entrada de la cocina y todo tipo de muebles lujosos. O al menos en apariencia, como señaló Antonio Di Maggio, jefe de la policía municipal romana.

“Hoy es un día histórico para la ciudad de Roma y los romanos”, ha escrito en Facebook la alcaldesa Virginia Raggi, que fue testigo de la operación de desalojo que desplegó a más de 600 efectivos de la policía municipal. “Hemos puesto fin a años de ilegalidad y enviado una fuerte señal al crimen y al clan Casamonica”, ha añadido. La regidora, los agentes y los periodistas han sido recibidos con abucheos e insultos por los residentes de las villas. “Nos podían haber avisado, aquí también hay muchos niños”, se quejaban.

El clan empezó a levantar las casas, de forma ilegal, en los años noventa, los años siguientes fueron desalojadas y más tarde, reocupadas. Abarcan un área total de unos 2.000 metros cuadrados y están construidas en un terreno con limitaciones arqueológicas, paisajísticas y ferroviarias. De hecho, una de las mansiones se encontraba a tan solo dos metros de las vías del tren y otra, bajo un tramo del acueducto romano Felice.

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Con el tiempo, fueron extendiendo sus tentáculos hasta llegar a cada rincón del barrio y consiguieron tejer una telaraña criminal con la que amedrentar al resto de vecinos. De hecho, para desconcierto de los jueces, los Casamonica no han recibido una sola denuncia. En una de las interceptaciones de los Carabinieri que llevaron al arresto de 33 exponentes del clan el pasado julio se escucha a un miembro de la banda jactarse de ello. “No conozco a nadie sobre la faz de la tierra que se atreva a declararnos la guerra en Roma, porque sabe que la pierde”, dice.

“El clan de los Casamonica había sustituido al Estado con la constitución de una suerte de Estado paralelo que aterrorizaba a los ciudadanos. Los ciudadanos honestos deben saber que las instituciones están a su lado” dijo Raggi en la rueda de prensa en la que ha informado de que las demoliciones comenzaron este martes y se concluirán dentro de 30 días. “El Estado se ha ausentado y ha estado verdaderamente lejos de algunas zonas de Roma”, ha añadido. La alcaldesa ha dicho también que la decisión de intervenir llega después de un largo y complejo proceso judicial. “Las villas ilegales estaban allí y nadie había tenido el valor de proceder. Algunos procedimientos se habían concluido, pero han estado durante meses en el fondo de un cajón, en silencio”, ha señalado. Cuando los periodistas le preguntaron qué le había impedido pasar a la acción, la alcaldesa ha disparado: “Probablemente es la voluntad política lo que da impulso”.

El ministro del Interior, Matteo Salvini, también ha estado presente en el área del desalojo este martes y ha comentado que “la demolición de las mansiones de los Casamonica, prevista desde hace muchos años, es una buena señal, y estamos solo en el principio. Para los delincuentes, se acabó la buena vida”.

Los Casamonica salieron del círculo de la capital italiana y se colocaron en el reflector internacional en 2015, con el ostentoso funeral de uno de los patriarcas, Vittorio Casamonica. Una carroza engalanada tirada por caballos paseó su ataúd por las calles de Roma mientras un helicóptero arrojaba pétalos de rosa. Son una organización hasta ahora impermeable que se basa en estrechos vínculos familiares y nunca han sido condenados por mafia, a pesar de que su estructura y su modus operandi concuerdan con los de una organización criminal mafiosa.