¿Quién es Cesar Sayoc?
El hombre detenido por el envío de los paquetes bomba en EE UU es un fanático sostenedor de Trump con un largo historial delictivo
Cincuenta y seis años, nacido en Brooklyn (Nueva York), aunque residente en Florida desde niño, Cesar Altieri Sayoc tenía un amplio historial criminal que se remonta a la década de los noventa. Fraude, pequeños (y no tan pequeños) robos e incluso una amenaza de bomba en 2002 sobre la que se declaró culpable, por lo que no hubo juicio y quedó en libertad condicional. Su primer delito —un robo— se produjo en 1991. Tenía 29 años. Hoy puede enfrentar 58 años de cárcel al haber sido acusado de cinco delitos federales que incluyen el transporte de explosivos y las amenazas contra antiguos presidentes de Estados Unidos, entre otros, según el fiscal general de la nación, Jeff Sessions.
Republicano acérrimo, votante registrado de ese partido y fanático sostenedor del presidente Trump, Sayoc fue detenido en febrero de 2004 por posesión y venta de esteroides, según relata el diario The Washington Post. Los cargos fueron retirados en 2005, tras volver a pasar 18 meses en libertad condicional. Cuando en 2002 decidió amenazar con la existencia de una bomba en sus instalaciones a la compañía de la luz de Florida, aseguró en su llamada que el ataque sería “peor que lo sucedido el 11-S”. También amenazó al agente de la compañía que llamó a su casa para avisarle de que se le iba a cortar la luz.
En 2012 se declaró insolvente. Entonces vivía con su madre y tenía deudas por más de 20.000 dólares. Aquel año, sólo tuvo ingresos anuales por un total de 7.500. Sayoc recibió del Estado más de 16.000 dólares por desempleo entre 2009 y 2010. En septiembre de 2009, el hombre más buscado del país desde el martes, perdía su casa en Fort Lauderdale (Florida) al no poder hacer frente a la hipoteca. Cuando se declaró en bancarrota, según fuentes oficiales, tenía bienes por un valor inferior a los 4.000 dólares, entre ellos un coche de 2001 con cerca de 500.000 kilómetros. Sus deudas ascendían a más de 20.000 dólares.
Sayoc era un republicano acérrimo y votante registrado de ese partido
Se graduó en el instituto North Beach High School en 1980. Su última dirección conocida le sitúa en el condado de Miami-Dade. Su último trabajo lo abandonó en enero. Hasta ese mes repartía pizzas con la furgoneta que ayer era incautada y tratada con sumo cuidado para poder extraer todas las pruebas posibles para tener un caso sólido contra Sayoc. Según la encargada del local New River Pizza, Debra Gureghian, la mejor palabra que definía a Sayoc era “trastornado”. “Había algo en él que no estaba bien”, declaró al Post.
Por ejemplo, la famosa camioneta con frases contra la CNN y a favor de Donald Trump, estaba también plagada de retratos de maniquíes a los que se les había cortado la cabeza, fotos del Ku Klux Klan, una persona negra ahorcada, símbolos en contra de los gais, “bombas, antorchas, marionetas degolladas, todo lo que pueda imaginar”, explicó la encargada. Llegó un momento en que la mujer le pidió que aparcara el vehículo en la parte de atrás del local donde no se pudiera ver porque era muy perturbador.
En su furgoneta había fotos del Ku Klux Klan, una persona negra ahorcada, símbolos en contra de los gais...
La razón por la que Gureghian mantuvo a Sayoc en su puesto, según su relato al Washington Post, fue porque hacía muy bien su trabajo, era de fiar y es “muy difícil” encontrar a buenos conductores. Sin embargo, su actitud hacia sus compañeros era problemática, ya que los acosaba con mensajes de textos racistas o comentarios del mismo tipo durante las horas de trabajo. Siempre estaba enfadado. “Odiaba al mundo, pero en especial a los negros, los judíos y los gais”. Según la narración de la encargada de la pizzería, Sayoc siempre decía que si por él fuera “ninguno de esos tipos estaría vivo”. Nunca decía que los mataría, sólo que no estarían vivos: “Era un tipo muy, muy extraño”.
Como trabajos anteriores figuran en su historial policial 35 años en la industria del striptease. A sí mismo se consideraba un profesional de la lucha libre, un futbolista profesional en Milán y también jugador de fútbol americano en Arizona. Como un rasgo distintivo en su anatomía se habla en su ficha policial de una cicatriz en su hombro izquierdo. En los próximos días, su vida se examinará bajo una lupa y cada paso que haya dado se desmenuzará hasta que enfrente al jurado que le condenará por cinco delitos federales.
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