Miles de islamistas reclaman en Pakistán la ejecución de una cristiana condenada por blasfemia
Asia Bibi, sentenciada a muerte por insultar a Mahoma en 2010, espera la resolución de un recurso judicial para evitar la pena
Miles de islamistas han reclamado este viernes en diferentes ciudades de Pakistán la ejecución de la cristiana Asia Bibi, que en 2010 fue condenada a muerte por insultar al profeta Mahoma, después de que el Tribunal Supremo estudiara esta semana el recurso contra su pena y aplazara la emisión de un veredicto.
Unos 1.000 miembros del partido político radical paquistaní Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP) se han manifestado en la ciudad de Lahore, la segunda en población del país y capital de la provincia del Panyab, con eslóganes en los que pedían que Asia sea ahorcada. "Ahorcar a Asia Bibi, ahorcar a Asia Bibi", exclamaban en una procesión desde un conocido templo al Parlamento provincial de la ciudad.
Las protestas se desarrollaron también en otras ciudades como la costera Karachi, en el sur, que es el centro económico del país, con otros varios cientos de manifestantes.
El portavoz del TLP, Zubair Ahmad, amenazó en un vídeo el miércoles a los tres jueces que el lunes estudiaron la apelación. "Los seguidores del profeta harán que ellos (los jueces) afronten su castigo" si Asia es declarada inocente, afirmó Ahmad en el vídeo.
Tres jueces del Supremo, encabezados por el presidente de la máxima autoridad judicial paquistaní, Mian Saqib Nisar, aplazaron el veredicto de la apelación el lunes y remarcaron que existen contradicciones en las declaraciones de los testigos acerca de lo ocurrido, así como sobre la reunión en la que supuestamente la cristiana admitió haber insultado a Mahoma.
El TLP fue fundado en 2016 tras la ejecución de Mumtaz Qadri, condenado por asesinar al antiguo gobernador de la provincia del Punyab (este) Salman Tasir en 2011 por defender precisamente a Bibi.
Bibi, madre de cinco hijos, había sido denunciada un año antes por unas mujeres que aseguraron que había insultado al islam durante una discusión en un pozo de agua en Panyab.
La cristiana perdió la apelación en el Alto Tribunal de Lahore en 2014, y en 2015 el Supremo paralizó la ejecución tras aceptar su apelación, cuya primera vista fijada para 2016 se pospuso tras la recusación de uno de los jueces.
En las elecciones del pasado 25 de julio el TLP obtuvo unos dos millones de votos y logró dos diputados en el Parlamento provincial de Sindh con mítines en los que defendió la pena de muerte para los blasfemos y en los que declaró a Qadri como su "héroe".
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia ul Haq favorecieron el abuso de esta norma. Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, aunque nunca se ha ajusticiado a nadie por este crimen.
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