Niño, ¿te sientes atraído por hombres, mujeres o ambos?
Alumnos de nueve años de una escuela portuguesa son encuestados sobre sus inclinaciones sexuales
Hace años que la asignatura de matemáticas dejó de ser el ogro del curso escolar. Los niños de hoy en día aprenden a leer y a sumar sin lágrimas, pero otra cosa son las encuestas, estudios psicotécnicos, entrevistas con tutores o, dios, el papel de plátano en la representación teatral de fin de curso. Hasta el reparto de papeles falta mucho, antes hay que saber las inclinaciones sexuales de los alumnos de la clase.
En una de esas clases-trampa, la de Ciudadanía, barra subgénero Educación para la Igualdad de Género, alumnos de nueve años de una escuela de Oporto (Portugal) tuvieron que responder a la pregunta: “¿Me siento atraído por hombres, mujeres o ambos?”. Aparte de que a esas edades hubiera sido más lógico preguntar por “niños y niñas”, la encuesta escolar también pedía que el/la/lo estudiante escribiera su edad, nacionalidad e “identidad de género”.
En la misma “ficha sociodemográfica” —realizada en las primeras semanas del curso—, se pregunta al niño/niña si está enamorado o si lo ha estado. Todo ello, al menos, de forma anónima, aunque con el aula y otras referencias de la ficha no costaría identificar a los alumnos, algunos de ellos tan inocentes que escriben la firma con su nombre.
El anonimato no duró mucho, pues por algún desliz del centro escolar, un padre colocó en las redes sociales una copia de la encuesta. Rápidamente se ha localizado al culpable: las redes sociales, que han exagerado, dicen, algo que era algo normal en la asignatura. Tanto los responsables escolares como la asociación de padres del centro se han escandalizado de la publicidad, pero no de las preguntas a los niños. El Ministerio de Educación dice que lo va a investigar, que no sabía nada.
Según ha reconocido su portavoz, la asociación de padres estaba parcialmente informada de la encuesta, que forma parte de la asignatura de Ciudadanía —que engloba la Educación Sexual—, novedad del año lectivo 2018-19. La misma asociación señala que la mayor parte de los alumnos no entendieron la pregunta y la dejaron en blanco. La asociación acepta que igual la encuesta no era adecuada para niños de nueve años, pero que tampoco era para tal barullo.
En una entrevista al Observador, la especialista en psicología educativa Isabel Abreu-Lima califica las preguntas de “inadecuadas, invasivas y no inocuas”. Para la profesora de la universidad de Oporto se trata de “una violación de los derechos y de la privacidad de los niños”.
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