_
_
_
_

Un pueblo griego invadido por las arañas

Las temperaturas cálidas y la humedad han provocado la multiplicación de estos animales en la región. Han tejido una red de unos 300 metros en una playa en Aitoliko, al oeste del país

La playa de Aitoliko, al oeste Grecia, invadida por las telarañas.Vídeo: Giannis Giannakopoulos

Podría ser el paisaje ideal para la primera escena de un thriller de terror salvaje. Una inmensa tela de araña que se extiende sin parar y que ya ocupa 300 metros de una playa situada en Aitoliko, una población al oeste Grecia, a unos 300 kilómetros de Atenas. El espectáculo de miles de ejemplares de Tetragnatha tejiendo sin parar deja unas imágenes que no se veían en la región desde el año 2003, cuando se vivió una invasión de arácnidos semejante.

Araña Tetragnatha.
Araña Tetragnatha.

Las imágenes y el vídeo que pronto han recorrido Internet de punta a punta fueron recogidos por Giannis Giannakopoulos, operador de cámara de Mega Channel. Palmeras, flores, hierbajos, arena, barcas y todo lo que se pusiera por delante acabó bajo el manto blanco zurcido por las alargadas y escurridizas arañas, con grandes y largas patas y quelíceros, y tan ligeras y ágiles que son capaces de moverse más rápido en el agua que en tierra. 

Más información
Un obrero encuentra escondida en el tejado de una catedral una carta escrita por su abuelo 88 años antes
Las 246 Nicoles de la Universidad de Calgary que se unieron por un flechazo

En declaraciones a la prensa local, la bióloga molecular Maria Chatzaki, explicó que "estas arañas no son peligrosas para los humanos y no causarán ningún daño". Pero, ¿qué ha propiciado esta explosión demográfica de estas criaturas? Pues, nada menos que un babyboom de mosquitos. Lo explica el biólogo griego Fotis Pergantis, presidente de Messolonghi National Lagoon Park, a la cadena estadounidense CNN: "Las temperaturas cálidas y húmedas son ideales para la proliferación de este aperitivo para las arañas".  Unas condiciones perfectas para una proliferación explosiva de ambas especies.

"Las arañas se están aprovechando de estas condiciones y están teniendo algo parecido a una fiesta. Se aparean, se reproducen y proporcionan una generación completamente nueva ", apunta Maria Chatzaki. Solo cuando comiencen a descender las temperaturas, la población de mosquitos, y por consiguiente, las de arañas, empezarán a descender. Solo entonces, los habitantes de Aitoliko podrán respirar tranquilos, y recuperar su playa.

Síguenos en Twitter y en Flipboard

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_