Trump y Biden fanfarronean con que se ganarían en una pelea

El clima de polarización política y bravuconadas que reina en Estados Unidos desde la irrupción de Donald Trump suma un nuevo episodio. El último vicepresidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, y el actual mandatario se han enzarzado en una inusual pugna verbal sobre quién ganaría al otro en una pelea. No quieren debatir sobre sus ideas políticas sino que alardean de que lo más fácil sería intercambiar puñetazos.

Biden, de 75 años, fue el que lanzó la amenaza el martes. Como ya hizo en un mitin electoral en 2016, el que fuera número dos de Barack Obama abogó por arreglar por la fuerza sus diferencias con el republicano Trump, de 71. El exvicepresidente ha participado activamente en los últimos años en campañas contra el asalto sexual a mujeres. En un evento en la Universidad de Miami sobre esa temática, Biden recordó el vídeo de Trump en 2005, que afloró en la recta final de la campaña de 2016, en que aseguraba que cuando eres una “estrella”, las mujeres te dejan hacer “cualquier cosa”, como agarrarlas “por el coño”.

“Me preguntaron si querría debatir con este señor y les dije que ‘no’. Dije ‘Si estuviera en una escuela secundaria, lo llevaría detrás del gimnasio y lo apalizaría’”, dijo en el acto, entre aplausos y risas del público. “He estado en muchos vestuarios. Soy un bastante buen atleta. Cualquier persona que hablaba de esa manera era normalmente el más gordo y feo S.O.B en la sala”, agregó, usando el acrónimo que en la jerga inglesa significa ‘hijo de puta’.

Si alguien esperaba de Trump, que ha minimizado las agresiones sexuales a mujeres, una respuesta cauta y presidencial no llegó. “El loco de Joe Biden está tratando de actuar como un hombre duro. De hecho, es débil, tanto mentalmente como físicamente, y aún así me amenaza por segunda vez con un asalto físico”, escribió el mandatario este jueves en Twitter. “No me conoce pero caería rápido y con dureza, llorando todo el rato. ¡No amenaces a la gente Joe!”.

La soez disputa también tiene un trasfondo de estrategia política. Desde que anunció su candidatura electoral en 2015, Trump ha hecho de la política un juego de insultos y desprecios constantes a sus rivales, como si fuera un matón en una escuela. Muchos de sus contrincantes no saben cómo responder: si ignorarlo pero corriendo el riesgo de parecer débiles y que Trump se crezca, o plantandole cara y responder con armas similares aunque pueda parecer que entran en su juego y pierden los papeles.