Condenado a muerte el asesino y violador de una niña de siete años en Pakistán
Un tribunal senetncia a Imran Ali a cuatro penas capitales por un caso que estremeció a todo el país
Un tribunal antiterrorista de Lahore, en el este de Pakistán, ha sentenciado este sábado a cuatro condenas a muerte y una cadena perpetua al autor de la violación y asesinato de una niña de 7 años en la ciudad de Kasur, en la provincia oriental de Punyab, en un caso que el pasado enero estremeció a todo el país. Imran Ali, de 23 años, ha sido condenado cuatro veces a la pena capital por secuestro, violación, asesinato y terrorismo, y a cadena perpetua por "acto antinatural" con una menor, ha informado el fiscal general de Punyab, Syed Ehtesham Qadir. Además, se le ha sentenciado a siete años de prisión por abandonar el cadáver de la niña en un contenedor de basura.
El caso de Zainab Ansari conmocionó a todo el país a principios de enero. La niña, que había quedado bajo el cuidado de un tío mientras sus padres hacían una peregrinación religiosa a Arabia Saudí, fue hallada en un contenedor de basura, cinco días después de haber desaparecido. La aparición del cuerpo, cuyo examen determinó que había sufrido abusos sexuales, desató una ola de protestas violentas en las que murieron dos personas, y manifestaciones y actos en otras partes del país.
"[Imran Ali] no solo confesó la violación y asesinato de [la niña] Zainab, sino de ocho niñas más. Siete están muertas y dos sobrevivieron", ha dicho el fiscal general de Punyab, quien ha destacado que el juicio apenas ha durado cuatro días. Qadir ha indicado que la forma en que Ali debe ser ejecutado no forma parte del fallo y ha explicado que el acusado tiene 15 días para apelar la decisión judicial.
"Estamos satisfechos con el veredicto", ha declarado a los periodistas Muhammed Amin, padre de la niña. El hombre ha explicado que ha pedido al Gobierno de Punyab que la ejecución del asesino de su hija sea pública. "Queremos la ejecución pública en el lugar en que secuestró a Zainab", ha dicho.
Las autoridades acusaron formalmente a Ali el 23 de enero, tras haber tomado muestras de ADN a 1.150 personas de la zona. El Gobierno de Punyab indicó entonces que la muestra tomada a Ali "se correspondió 100%" con los restos encontrados en la niña, y que el reo confesó el crimen tras haber sido sometido a la prueba del polígrafo. La policía relacionó al detenido con otros casos similares en la zona.
Con todo el país pidiendo explicaciones, las autoridades policiales reconocieron que en el último año al menos 11 niños habían sido violados y todos ellos, salvo dos, habían muerto en el área de Kasur. La misma zona ya había sido centro de un escándalo de abusos contra menores en 2015, cuando se descubrió que al menos 19 niños fueron grabados en vídeo y fotografiados por una red formada por 17 personas, dos de ellas condenadas a cadena perpetua en 2016.
Pakistán registró al menos 17.862 casos de abuso sexual a menores entre 2013 y 2017, 10.620 de ellos contra niñas y los 7.242 restantes contra varones, según un informe del Ministerio de Derechos Humanos elaborado junto a la ONG Sahil.
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