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Los lores empiezan a dar la batalla a May con el ‘Brexit’

La tramitación de la gran ley de salida de la UE pasa a la cámara alta, donde se espera que los legisladores más proeuropeos no electos traten de enmendarla

Pablo Guimón
Discurso de la reina en la Cámara de los Lores en 2016.
Discurso de la reina en la Cámara de los Lores en 2016.POOL (REUTERS)

El color de fondo del debate del Brexit ha pasado este martes del verde al rojo. Del color de las bancadas de la Cámara de los Comunes al de aquellas en las que sientan sus posaderas los lores. Desde ayer, la cámara no electa tiene la ocasión de debatir la gran pieza legislativa del Brexit y, también, de defender la vigencia de su propia misión constitucional. De demostrar hasta qué punto la institución, más proeuropea que la cámara baja, puede oponer resistencia al Gobierno. De momento, los lores ya han advertido de que la actual redacción de la ley es “constitucionalmente inaceptable” y requiere cambios profundos.

Los elegantes restaurantes y bares del Palacio de Westminster han hecho acopio de existencias. Los turnos del personal se han ampliado en previsión de la prolongación de las sesiones de debate. La Cámara de los Lores acoge una de las pocas grandes ocasiones que jalonan su historia.

Cientos de lores que apenas han pisado la Cámara acuden a ejercer su poder legislativo. Se han registrado dos centenares de peticiones de palabra, un número récord, para el debate de la Gran Ley de Salida de la UE, la pieza legislativa que, una vez se consume el Brexit, abolirá la ley de adhesión de Reino Unido a la UE de 1972 e incorporará el acervo comunitario al ordenamiento jurídico británico, para luego ir derogando, modificando o convalidando ley por ley.

El proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de los Comunes, por 324 a 295 votos, el pasado 17 de enero. Este martes ha comenzado, con un primer debate de dos días, su periplo por la Cámara de los Lores que, entre debates de enmiendas y fase de comités, puede prolongarse hasta mayo.

No se espera que los lores bloqueen el Brexit ni que realmente decidan el tipo de relación que tendrá Reino Unido con la UE tras la ruptura: sería una intolerable extralimitación dada su naturaleza no electa. Pero sí pueden infligir alguna humillante derrota a Theresa May, una primera ministra cuyo cupo de derrotas humillantes roza ya lo insostenible. La tramitación de la gran pieza legislativa del Brexit en la Cámara de los Lores puede suponer un nuevo dolor de cabeza para una líder que sufre para acallar las batallas en el seno de su partido, y para definir una visión del Brexit que no aliene a ninguno de los suyos, apenas dos meses antes de que empiece a hablarse del futuro en Bruselas.

El primer indicio de peligro para May llegó el mismo martes, cuando el lord laborista Andrew Adonis pidió en la cámara la celebración de un segundo referéndum. “Igual que la primera decisión se le dio al pueblo, también debería corresponderle la decisión final una vez vea los términos propuestos por el Gobierno”, defendió.

El debate de esta semana es solo un aperitivo, un solemne levantamiento del telón. Las enmiendas no serán siquiera interpuestas hasta que pase la fase de comités, que puede prolongarse durante meses. Pero, antes incluso del debate, el comité constitucional de la cámara ya advirtió de que el proyecto de ley, en su actual redacción, “es fundamentalmente incorrecto en diversos aspectos desde una perspectiva constitucional”. En concreto, no gusta el hecho de que el Gobierno recurra a los llamados poderes de Enrique VIII que, ante la ingente labor legislativa que requerirá el Brexit, le permitirían aprobar determinadas leyes sin pasar siquiera por el Parlamento.

El debate entre los lores no es solo una réplica, más respetuosa, de la pelea que lleva meses ocupando sus compañeros del otro lado del Palacio de Westminster. Las bancadas conservadoras de la Cámara de los Lores acogen a algunos de los más prominentes representantes de uno y otro extremos del debate del Brexit. May no tiene mayoría en la cámara alta. De los 794 lores, hay 248 conservadores, 197 laboristas, 100 liberal demócratas y, el resto, no sigue instrucciones de partido alguno. Eso quiere decir que los tories, para frenar intentos de enmendar la legislación, deben apaciguar a la oposición o ganarse a los independientes.

Entre los lores hay una clara mayoría a favor de la permanencia en la UE, y se espera que vayan todo lo lejos que puedan para enmendar el proyecto de ley. Lo logren o no, su intervención en el proceso legislativo inevitablemente ahondará, una vez más, la profunda grieta que, tras el Brexit, divide al Parlamento, al país y al Gobierno, y amenaza con tragarse a la primera ministra.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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