Arabia Saudí detiene a un niño de 14 años por bailar en la calle
La policía, que ya le ha liberado, buscó al chaval por un vídeo en el que se mueve a ritmo de 'La Macarena'
Han leído bien. No se trata de una de esas noticias de broma de El Mundo Today que publica EL PAÍS Semanal, sino de algo que ha sucedido en Arabia Saudí y de lo que ha informado la web Sabq. El niño, que ha quedado en libertad sin cargos este miércoles apenas 24 horas después de que se conociera su detención, fue captado en vídeo mientras seguía con sus auriculares el ritmo de una versión de La Macarena en un paso de peatones de una céntrica calle de Yeddah, la segunda ciudad del país. La simpática imagen se hizo viral entre los entusiastas internautas saudíes, lo que alertó a la policía.
“Ha sido detenido para que preste declaración en comisaría, como paso previo a que [el caso] sea remitido a la fiscalía”, había explicado el portavoz policial citado por Sabq la víspera. Se le acusaba de “comportamiento inadecuado en público”. De acuerdo con la misma fuente, el chaval estaba “bailando enfrente de coches parados ante un semáforo en la calle Príncipe Mohamed Bin Abdulaziz, interrumpiendo el tráfico”. Así que varias patrullas, que al parecer no tienen otros asuntos más urgentes de que ocuparse, se dedicaron a buscar al peligroso infractor, que resultó tener 14 años.
De acuerdo con la BBC, la grabación, de apenas 45 segundos, data de 2016, pero algún internauta se cruzó con ella hace unos días y se hizo viral en las redes sociales. Aunque la mayoría de los usuarios expresan su simpatía hacia el chico con emoticonos sonrientes, e incluso alguno le ha calificado de “héroe”, tampoco han faltado quienes califican su comportamiento de “inmoral”. El muchacho se movía al ritmo del viejo éxito de Los del Río, pero igual hubiera dado que ejecutara un vals. Hace un par de años, un juez de Yeddah condenó a cavar tumbas a dos jóvenes a los que la policía sorprendió cantando y bailando con sendas amigas.
En esta ocasión, la policía ha decidido no encausar al niño, nacional de un país árabe que nose ha especificado, a la vista de que el asunto se remonta al año pasado y de que su padre ha prometido que no volverá a suceder. El mes pasado, las autoridades también optaron por no presentar cargos contra una mujer detenida por aparecer en unas imágenes paseando con el cabello al aire y vestida con una falda corta y una camiseta, entre las ruinas de Ushayqir, a unos 150 kilómetros al norte de Riad. Pero una vez más el incidente muestra la tensión que vive Arabia Saudí entre los estrictos códigos sociales impuestos por las élites religiosas para legitimar a la monarquía y el creciente deseo de apertura de las nuevas generaciones.
Además de prohibir que las mujeres conduzcan, el Reino del Desierto tampoco permite los cines, los parques de atracciones, las cafeterías mixtas y otras fórmulas de divertimento que se consideran normales en el resto del mundo. Sin embargo, desde la llegada al poder del rey Salmán, su hijo y heredero, el príncipe Mohamed, ha tratado de abrir la mano con la celebración de algunos conciertos (estrictamente segregados por sexos) y espectáculos “familiares”. Claro que todo tiene un límite y los artistas tienen que medir mucho su comportamiento en el escenario. A principios de mes Abdallah al Shaharani fue detenido durante un festival de música en Taif, una ciudad del suroeste del país, por hacer el típico gesto de hip-hop conocido como “dabbing”, que consiste en ocultar la cabeza en el hueco del codo. Al parecer, el Ministerio del Interior saudí ha prohibido ese movimiento por considerar que hace alusión al consumo de marihuana.
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