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Amelia Earhart vuelve a morir: la foto de la superviviente no era de ella

Un historiador japonés descubre que la imagen que desempolvó History Channel fue tomada dos años antes de la desaparición de la legendaria aviadora

J.M. AHRENS
Un historiador japonés descubre que la imagen que desempolvó History Channel y que situaba a Amelia Earhart en el centro y sentada de espaldas fue tomada dos años antes de la desaparición de la legendaria aviadora.
Un historiador japonés descubre que la imagen que desempolvó History Channel y que situaba a Amelia Earhart en el centro y sentada de espaldas fue tomada dos años antes de la desaparición de la legendaria aviadora.

Amelia Earhart ha vuelto a morir. La fotografía que sacudió Estados Unidos hace una semana fue víctima del mito. Hallada en los Archivos Nacionales y hecha pública por el programa History Channel, la imagen mostraba a una persona de espaldas en un malecón de las Islas Marshall (Pacífico). A partir de datos meramente circunstanciales (parecía mujer, tenía el pelo corto y llevaba pantalones), los autores del documental, titulado La evidencia perdida, sostenían que podía tratarse de la legendaria aviadora desaparecida en 1937 y aventuraban que había fallecido tras haber sido capturada por los japoneses. Una teoría que, como tantas otras, ha elevado la muerte de Earhart a misterio nacional.

Catálogo japonés de 1935 donde figura la foto del malecón de Jaluit, en las Islas Marshall.
Catálogo japonés de 1935 donde figura la foto del malecón de Jaluit, en las Islas Marshall.

Pero un historiador militar japonés, Kota Yamano, ha pulverizado la hipótesis. Tras consultar con la Biblioteca Nacional de Japón ha concluido que la foto corresponde a una guía de viaje del Pacífico sur publicada el 10 de octubre de 1935. Es decir, casi dos años antes de la desaparición de la aviadora y de su presunto cautiverio. “Nunca creí en la teoría de que Earhart fuese capturada por soldados japoneses”, ha señalado Yamano. Tras el golpe, History Channel ha intentado minimizar daños. “Nuestros investigadores revisan los últimos acontecimientos y serán transparentes. El rigor histórico es lo más importante para nosotros”, ha señalado.

No es la primera vez que ocurre. La idea de que Earhart fue apresada por los japoneses surgió en los años sesenta de la mano del periodista Fred Goerner, de la CBS. Pese a sus numerosas expediciones a las Islas Marshall nunca halló pruebas, pero su obcecación sí que prendió la mecha para una de las hipótesis que se ha mostrado más resistente al paso del tiempo.

Amelia Earhart junto al bimotor con el que se estrelló.
Amelia Earhart junto al bimotor con el que se estrelló.

Desde su desaparición, el final de Earhart ha fascinado a generaciones de mitómanos. Esta atracción bebe de la propia fama de la aviadora. Casi tan conocida como Charles Lindbergh, fue la primera mujer en cruzar sola el Atlántico y en volar el Pacífico (de Honolulú a California). En la cúspide de su gloria, con 39 años, decidió dar la vuela al mundo.

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La última vez que se la vio con vida fue el 2 de julio de 1937. Ese día despegó del aeródromo de Lae, en Papúa Nueva Guinea, para completar una etapa más de su circunvalación al globo terráqueo. Su destino era la Isla Howland, entre Australia y Hawái. Pero antes de alcanzarlo, su Lockheed Electra bimotor desapareció. Ni el cuerpo ni el aparato fueron jamás hallados.

Tras una titánica operación de búsqueda, el Gobierno de EE UU concluyó que se había estrellado en el Pacífico por fallo mecánico o falta de combustible. Pero la versión oficial no apagó el misterio. Aparte del apresamiento por los japoneses, hay quien ha sostenido que se suicidó y otros que aterrizó junto a al minúsculo atolón de Nikumaroro y que allí murió de sed, herida o envenenada.

Esta última hipótesis es la que más adeptos tiene y ha impulsado 12 expediciones a la isla. La última, organizada por National Geographic, finalizó la semana pasada y, con las indicaciones de cuatro perros rastreadores, aseguró haber descubierto el lugar donde Earhart pudo acabar sus días. Nuevamente, no aportó ninguna prueba. Solo la esperanza de haber avanzado en la explicación del enigma.

Un sueño que los expertos dan por imposible. “Creo que su avión quedó sin combustible, chocó contra mar y se hundió en un sitio donde el Pacífico tiene 5.000 metros de profundidad”, ha escrito Susan Butler, una de las mayores especialistas.

Esos son los hechos. Pero la búsqueda no ha terminado. Su desaparición en el apogeo de la fama, la falta de datos sobre sus últimos momentos y la pérdida de su cadáver mantienen abierta la puerta del interrogante. Ese en el que sigue volando Amelia Earhart.

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Sobre la firma

J.M. AHRENS
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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