Los nacionalistas entran en una coalición inédita que gobernará Bulgaria
El líder de los conservadores sella un pacto para un tercer mandato al frente del Ejecutivo
El líder de los conservadores búlgaros, Boiko Borisov, selló este jueves un acuerdo de gobierno inédito para un tercer mandato al frente del ejecutivo con una coalición de partidos nacionalistas, de retórica hostil hacia los extranjeros y las minorías nacionales. "Sin acuerdo con esta formación habrían sido inevitables nuevas elecciones", indicó Borisov durante una intervención en el Parlamento, al cabo de tres semanas de negociaciones que siguieron a las legislativas del 26 de marzo.
Su partido, Gerb, ganador de esta elección con 95 escaños frente a la izquierda (80 escaños) se encontraba en la obligación de encontrar un socio para formar una mayoría en el Parlamento compuesto de 240 bancas.
Boiko Borisov no tenía más opciones que una alianza con la coalición de partidos nacionalistas— Patriotas Unidos— en tercera posición de los sufragios con 27 asientos. Ésta será la primera vez que los nacionalistas participarán en un gobierno en Bulgaria. Antes apoyaron al precedente Ejecutivo de Borisov (2014-2016) sin entrar en el gobierno.
Patriotas Unidos está compuesto por tres partidos, entre ellos el ultrarradical Ataka, creado a mediados de los 2000 con un discurso muy agresivo reivindicando una "Bulgaria para los búlgaros".Los nacionalistas, que moderaron su lenguaje durante la campaña electoral, exhiben sin embargo su hostilidad hacia la minoría turca y gitana de Bulgaria, los inmigrantes y los homosexuales.
El pacto de coalición prevé, entre otras cosas, "continuar de forma sostenida el camino hacia la integración euroatlántica, preservar la integridad de la UE y profundizar la colaboración entre la OTAN y la UE".
Además, el nuevo Ejecutivo estudiará medidas para "cortar el flujo de inmigrantes por las fronteras terrestres y marítimas con Turquía" y buscará la "reforma radical del Tratado de Dublín" para que el peso de las peticiones de asilo no caiga sólo "sobre los países a primera línea".
Uno de los escollos que dificultó la firma del pacto fue la exigencia de los ultranacionalistas de un aumento de los salarios en el país más pobre de la UE. Finalmente, el acuerdo contempla que en los próximos cuatro años el salario mínimo pase de los actuales 230 euros hasta 325 y que el sueldo medio llegue hasta los 750 euros, mientras que la pensión mínima pasará desde el próximo octubre desde 80 a 100 euros mensuales.
La composición del gobierno deberá ser anunciada en los días siguientes a la primera sesión del Parlamento, el 19 de abril.
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