El FBI investigó a un asesor de Trump al creer que podía ser un agente ruso
La agencia obtuvo el pasado verano una orden judicial secreta para grabar las comunicaciones de Carter Page
El culebrón de la conexión rusa de Donald Trump creció con fuerza este martes con una información que asegura que el FBI obtuvo el pasado verano una orden judicial secreta para poder investigar a un asesor del republicano porque consideraba que podía ser un agente extranjero trabajando para Rusia. La revelación del diario The Washington Post, que cita fuentes oficiales, supone la prueba más clara hasta el momento de que la agencia policial estadounidense consideraba que el entorno de Trump podía estar en contacto con el Gobierno ruso en el intento de ayudar al candidato republicano a ganar las elecciones presidenciales de noviembre.
El blanco de la investigación fue Carter Page, asesor en asuntos internacionales de Trump durante la campaña y cercano a Rusia. En la década pasada, Page, que es amigo del presidente estadounidense, trabajó en Moscú para el banco Merrill Lynch e invirtió en el gigante energético Gazprom.
La semana pasada, una investigación del portal Buzzfeed reveló que Page mantuvo en 2013 reuniones con un oficial del servicio secreto exterior ruso que trató de reclutarle.
No es inusual que EE UU espíe las comunicaciones de representantes extranjeros. Por ejemplo, la interceptación de las llamadas entre el embajador ruso en Washington y Michael Flynn provocó la dimisión de Flynn como consejero de seguridad nacional de Trump al destaparse que había mentido sobre el contenido de esas conversaciones. Lo que es más infrecuente es que la vigilancia afecte directamente a ciudadanos estadounidenses.
La investigación a Page no tiene relación, según el Post, con la acusación que lanzó en marzo Trump de que el Gobierno de Barack Obama había ordenado espiarle antes de las elecciones. No hay ninguna prueba que respalde esa acusación.
El republicano Devin Nunes, responsable del comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, asegura que las comunicaciones de personas del entorno de Trump fueron interceptadas de forma no intencionada por las agencias de inteligencia pero que fue en asuntos no relacionados con Rusia.
Page no ha sido acusado de ningún delito y él ha negado cualquier irregularidad. Se desconoce si el Departamento de Justicia tiene previsto presentar cargos contra él en el futuro.
Las agencias de inteligencia estadounidenses empezaron a investigar el pasado julio el intento ruso de influir en las elecciones presidenciales mediante el robo de correos del Partido Demócrata, que fue publicando Wikileaks en un reguero de filtraciones críticas con la candidata demócrata Hillary Clinton. A finales del año pasado, la comunidad de inteligencia llegó a la conclusión de que el objetivo de Rusia era ayudar a que Trump ganara los comicios, como así sucedió.
El director del FBI, James Comey, admitió en marzo ante el comité de Inteligencia de la Cámara que la agencia está investigando los intentos del Gobierno ruso de interferir en la campaña presidencial. Las pesquisas, explicó, se centran en la “naturaleza de los vínculos entre individuos asociados a la campaña de Trump y el Gobierno ruso” y en esclarecer “si hubo alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos rusos”.
En el marco de esa investigación, tuvo lugar la petición del FBI y del Departamento de Justicia, del que depende, al opaco tribunal FISA, responsable de permitir actuaciones de espionaje en asuntos de seguridad nacional. Los jueces aprobaron la vigilancia a Page ante el argumento de que existía una causa probable de que fuera un espía ruso.
Page, como Trump, ha elogiado al presidente ruso, Vladimir Putin. El pasado julio, pronunció un discurso en Moscú en el que arremetió contra la política estadounidense respecto a Rusia. En el marco de esa visita, Page se habría reunido con Igor Sechin, cercano a Putin y consejero delegado de la compañía energética Rosneft, según un informe, cuya autenticidad no se ha demostrado, elaborado por un antiguo espía británico y citado por el máximo responsable demócrata en el comité de Inteligencia de la Cámara.
Page ha negado que esa reunión se celebrase, ha asegurado no conocer a Sechin y ha pedido comparecer en el Congreso para esclarecer su relación con Rusia.
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