Apple, Samsung y Microsoft reconocen la brecha denunciada por Wikileaks
Google no se manifiesta sobre las supuestas herramientas de la CIA
La última filtración de Wikileaks, Vault 7, impacta de lleno a la industria de la tecnología, de Apple a Samsung, pasando por Google o Microsoft. No quedan a salvo ninguna de sus categorías de producto: televisores conectados, móviles, tabletas y ordenadores. Todos son susceptibles de ser víctimas de las herramientas que, según los informes, usan para espiar.
A última hora de la tarde en la Costa del Pacífico, Apple emitía un comunicado. En el mismo admite que van a seguir trabajando para evitar este tipo de vulnerabilidades. “Apple tiene un profundo compromiso con la seguridad y privacidad de los consumidores. La tecnología de nuestros iPhones es la mejor para proteger los datos. Y trabajamos para que siga siendo así. Nuestros productos y su softwareestán diseñados para actualizarse. Casi el 80% de los usuarios usan la última versión disponible. Les pedimos que así lo hagan. Nuestros análisis iniciales apuntan a que la mayoría de los clientes están protegidos contra lo que se ha filtrado”. A primera hora de la mañana, Microsoft, responsable de Windows, el sistema operativo más popular en ordenadores, reconocía la situación a través de un escueta nota: "Estamos al tanto del informe y lo estamos revisando".
En el caso de la coreana Samsung, la respuesta es mucho más escueta. Wikileaks no solo habla de móviles y tabletas Android en general, un campo que lidera esta firma, sino sobre de sus televisores inteligentes, cuyo micrófono, en una unidad infectada, podría grabar conversaciones desde un lugar remoto. “Proteger a los consumidores y su privacidad es nuestra prioridad en Samsung. Estamos al tanto del informe en cuestión y nos hemos puesto a investigarlo con urgencia”, reconocen. En una actualización del comunicado, Samsung detalla que las televisiones potencialmente infectadas se vendieron entre 2012 y 2013, y que en su mayoría están protegidas tras instalar un parche de actualización.
Google, creadores de Android, y Motorola uno de los fabricantes más prósperos todavía no se ha pronunciado al respecto. Mientras que LG ha remarcado la necesidad de reforzar la seguridad y la colaboración entre fabricantes: “La privacidad digital no es solo cosa de LG, sino de toda la industria. Tenemos que asumirlo como algo que concierne a todo el sistema. Tenemos que unirnos para asegurar la protección”.
En el otro extremo se encuentran los estamentos oficiales. Jonathan Liu, portavoz de la CIA, se ha limitado a responder un correo en el que afirma que no comentan nada sobre la veracidad o autenticidad de supuestos documentos de inteligencia. Sean Spicer, secretario de prensa de la Casa Blanca, ha preferido no comentar nada al respecto durante la rueda de prensa del martes.
De ser ciertos, los documentos dan una idea del calado de las herramientas que maneja la CIA. El debate sobre el acceso a estos aparatos se abrió cuando el Departamento de Justicia pidió ayuda a Apple para obtener acceso a los datos del iPhone del autor de la matanza de San Bernardino. Apple litigó con el FBI hasta que encontraron una empresa independiente capaz de dar acceso a las autoridades.
Uno de los puntos más difusos del informe de Wikileaks tiene que ver con las aplicaciones de mensajería. Incluye nombres como WhatsApp, Telegram o Signal, las más populares. No se trata de que hayan conseguido el acceso a desencriptar sus archivos, sino que una vez que toman el control del móvil también pueden acceder al contenido descargado el mismo. Moxie Marlinspike, fundador de Signal, ha aprovechado para aclararlo: “La historia que ha saltado no es sobre poner software malicioso que haga falta por los aires el protocolo de encriptación de Signal. Esto no va de nosotros o de WhatsApp”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.