La cúpula de los conservadores negocia el inminente relevo de Fillon por Juppé
El alcalde de Burdeos busca una alianza con Sarkozy y una salida airosa para el actual candidato
La suerte de François Fillon está echada. Ya no es cuestión de días, sino de horas, su relevo como candidato de la derecha francesa al Elíseo. El golpe final ha sido la aproximación en busca de una solución de los dos indiscutibles barones actuales del partido, el expresidente Nicolas Sarkozy y el alcalde de Burdeos, Alain Juppé. Ambos negocian un pacto para que el segundo se convierta en el nuevo aspirante de los conservadores al Elíseo.
Fillon no va a poner fácil su relevo. Anoche, en un programa en France 2 dijo que tiene “la legitimidad” como ganador de las primarias y advirtió a los múltiples partidarios del recambio: “Nadie puede impedirme hoy ser candidato. No veo razón para retirar mi candidatura”.
Sí la ven la mayoría de dirigentes de su familia política. La solución al anunciado desastre electoral para Fillon, hundido por el escándalo de los elevados sueldos a su esposa como supuesta asistenta parlamentaria suya, solo puede venir por un acuerdo entre Sarkozy y Juppé. Los dos fueron derrotados por Fillon en las primarias de la derecha el pasado otoño y desaparecieron del escenario político. Hoy, en cambio, el futuro de la derecha depende de ellos. Tras haber anunciado su retirada de la política, el despacho de Sarkozy en la calle Miromesnil de París es un hervidero y su teléfono no para de sonar las 24 horas del día, dicen los suyos.
Juppé quedó el segundo y por eso es visto ahora como la alternativa “natural”, en palabras de Christian Estrosi, influyente figura de Los Republicanos y presidente de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. El propio Juppé se ha declarado “listo” para tomar el testigo, pero necesita dos condiciones: que Fillon se retire por las buenas o por las malas y que Sarkozy le apoye.
Para Fillon, en cambio, los electores de la derecha le eligieron a él por su programa “radical” y sustituirlo a pocas semanas de las elecciones por otro candidato “improvisado” les llevará al fracaso.
Sarkozy ha pasado del “no seré yo quien te traicione”, que le dijo a Fillon el miércoles, al “esto no puede seguir así” del viernes. El sábado, recibió la llamada de Juppé. Los dos buscan una alianza y una salida “respetuosa”, dice Estrosi, quien este domingo ha escrito en Twitter: “Me niego a llevar a nuestros militantes al suicidio colectivo. Vamos a proponer una iniciativa”.
Estrosi es uno de los casi 300 dirigentes que han abandonado estos últimos días al candidato Fillon, que en 48 horas se quedó sin director de campaña, tesorero y portavoz. Los primeros en abandonar el barco en masa fueron los juppeístas, pero también destacados sarkozistas. El expresidente ha convocado para el lunes por la mañana a sus más fieles dirigentes, incluidos el jefe del grupo parlamentario, Christian Jacob, y el expresidente del partido Laurent Wauquiez.
Fuentes del partido no descartan un ticket electoral de Juppé y un sarkozista como aspirante a primer ministro
La cita será solo unas horas antes de la adelantada y urgente reunión del Consejo Político de Los Republicanos, un órgano provisional para dirigir el partido y compuesto por los siete competidores en las primarias o sus representantes. A solo 50 días de las elecciones de las elecciones, la salida a la crisis es ya más que urgente para la derecha. Fuentes del partido no descartan un ticket electoral de Juppé y un sarkozista como aspirante a primer ministro.
La posibilidad de que Fillon aguantara –“no me rendiré”, ha reiterado hasta la sociedad- se vieron definitivamente anuladas este domingo. Él mismo se mostró indeciso en la manifestación convocada entre sus fieles. Dos hechos mostraban la necesidad de tirar la toalla. En la emblemática plaza de la República, miles de ciudadanos le dedicaban una sonora cacerolada al aún candidato conservador entre gritos de “Fillon, dimisión”
En paralelo, varios medios han difundido este mismo domingo nuevos y escandalosos datos del sumario sobre los sueldos de su esposa. Ni un solo rastro de que Penelope trabajara de verdad como asistente. En 1998, uno de las ayudantes de Fillon en el Parlamento era Nathalie Bling. Contó a la policía que nunca supo de trabajo alguno que realizara Penelope. “Lo que yo sé es que en 1998 mi sueldo se redujo a la mitad para poder pagar a señora Fillon”.
El día 15, Fillon será imputado. La ciudadanía ya le ha condenado. Su partido, también.
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