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Cuatro muertos y diez heridos en un nuevo atentado en Turquía

Dos supuestos atacantes han sido abatidos y un tercero está huido. Un policía y un trabajador del juzgado han muerto a causa de la explosión

Los servicios de emergencia rodean la zona del atentado en Esmirna.Vídeo: AP | EPV

Los ataques terroristas se suceden cada vez a mayor velocidad en Turquía. Cinco días después del atentado en el club Reina de Estambul a manos de radicales yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), la violencia vuelve a golpear, esta vez en la ciudad costera de Esmirna, donde radicales kurdos —probablemente del grupo terrorista PKK— han dejado dos muertos y una decena de heridos en un atentado con coche bomba. La policía abatió a dos de los atacantes y un tercero está a la fuga.

Este nuevo ataque tuvo lugar este jueves a las 16.00 hora local (las 14.00 en la España peninsular) frente al Palacio de Justicia de Esmirna, la tercera ciudad más poblada de Turquía. Los fallecidos son un policía y un empleado del propio juzgado. Los terroristas dispararon a un policía que los había obligado a parar en un puesto de control y a continuación detonaron en su huida el vehículo lleno de explosivos, según informó el Gobernador de la provincia, Erol Ayyildiz.

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“La información que tenemos hasta ahora sugiere que es el PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado un grupo terrorista por Ankara y Washington]. Se ha llegado a esta conclusión después de que se evaluara el ataque y la identidad de las personas”, explicó el Gobernador, que evitó comentar sobre informes anteriores que indicaban que un tercer atacante había huido. Ningún grupo se ha responsabilizado por ahora del ataque.

El policía fallecido, de nombre Fethi Sekin, pudo evitar que el número de víctimas mortales fuera mayor, ya que se percató a tiempo de que el vehículo que conducían los atacantes se trataba de un coche bomba y decidió intervenir. 

Según explicó Ayyildiz a los medios locales, tras la intervención del policía Sekin se produjo un enfrentamiento armado entre atacantes y policías cuando estos intentaron detener el vehículo y registrarlo. Fue en este momento cuando la policía abatió a dos de los militantes, pero un segundo vehículo bomba estalló cerca del lugar de los hechos. 

“Cuando se ven las preparaciones que habían hecho, las armas que fueron requisadas, las bombas y la munición, estaba claro que [los terroristas] estaban planeando una masacre. Gracias a Dios, no han tenido éxito”, señaló el vice primer ministro, Veisi Kaynak.

Varios analistas de seguridad creen que los atacantes podrían pertenecer al grupo armado kurdo TAK, acrónimo en turco de Halcones de la Libertad del Kurdistán, que en diciembre asumió la autoría del doble atentado suicida que acabó con la vida de 38 personas, en su mayoría policías, en las inmediaciones del estadio Inönü del Besiktas en Estambul tras un partido de fútbol.

El gobierno no hace distinciones entre el TAK y el PKK, y la relación entre ambos ha sido ambigua desde que el primero comenzase a actuar con violencia en 2004.

Precisamente en la misma ciudad de Esmirna se llevaron a cabo 20 detenciones en los últimos días de supuestos colaboradores vinculados con el ataque al club Reina, reivindicado por el ISIS, que dejó en las primeras horas del año 39 muertos y 69 heridos.

El autor material de la masacre continúa huido transcurridos cinco días desde el atentado, y aunque el gobierno no ha facilitado la identidad del individuo, la policía cree que se trata probablemente de un miembro de la etnia uigur (China occidental) que habría sido entrenado en Siria durante años.

Si en el último año los ataques tanto por parte de militantes kurdos como de radicales yihadistas se han sucedido a un ritmo de uno cada semana y media con más de 300 muertos, a mitad de la primera semana del 2017 ya se han registrado dos.

El ISIS amenazó con seguir atacando objetivos en toda Turquía como venganza por la intervención militar de Ankara en el norte de Siria.

Horas después del atentado de Esmirna, la paranoia se instaló en Estambul. Una decena de mensajes de origen desconocido alertaron de bombas en lugares concurridos de la ciudad, como hoteles y centros comerciales. La policía bloqueó las entradas a hoteles conocidos como el Mármara, en plena plaza de Taksim, y en centros comerciales del área de negocios de Sisli, como el Zorlu y Kanyon. Nadie duerme hoy tranquilo en Turquía.

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