Charlotte protesta en calma tras la muerte de un manifestante
La agente acusada por la muerte de otro negro desarmado en Tulsa se entrega
Cientos de personas salieron por tercera noche consecutiva en Charlotte a protestar tras la muerte de un hombre negro a manos de la policía en esta ciudad de Carolina del Norte a comienzos de semana, Keith Lamont Scott. Los manifestantes gritaron consignas reclamando que la policía haga público el vídeo donde se registra parte del incidente y guardaron un minuto de silencio por la muerte de uno de los participantes en las concentraciones de la víspera.
Según informó la policía cuando los manifestantes ya empezaban a llenar las calles de la ciudad, Justin Carr, el joven de 26 años que llevaba en estado crítico desde que fue alcanzado por una bala falleció en el hospital donde era mantenido artificialmente con vida. El FBI ha abierto una investigación criminal del caso y la policía de Charlotte ha anunciado la detención de un sospechoso, al que ya se han presentado cargos.
Pero al contrario que el miércoles, las marchas de la noche del jueves fueron ampliamente pacíficas y la policía no impuso el toque de queda dictado horas antes por la alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, que estuvo vigente desde la medianoche hasta las 6 de la mañana.
Además de la fuerte presencia policial en un Charlotte bajo estado de emergencia desde la noche del miércoles, se considera que el tono bajó sensiblemente después de que se conociera que la agente responsable de la muerte de otro hombre negro desarmado en Tulsa, Oklahoma.
Una agente, acusada por la muerte de un hombre negro en Tulsa
Betsy Shelby ha sido acusada de homicidio imprudente en primer grado por la muerte de Terence Crutcher, un afroamericano de 40 años. La agente, una mujer blanca, disparó contra Crutcher cuando, después de alzar este las manos, avanzó hacia su coche, que se había quedado parado en medio de la carretera, y se apoyó en él, según muestran las imágenes grabadas. La policía de Tulsa ha admitido que Crutcher no iba armado y que tampoco había un arma en su vehículo, pero la defensa de Shelby argumenta que el hombre actuaba de forma errática y que intentó meter una mano en el vehículo, lo que la agente interpretó como un intento de agarrar un arma y por eso disparó. Los abogados de la familia de la víctima mostraron sin embargo fotos a la prensa que demuestra que la ventanilla del coche de Crutcher estaba cerrada.
Shelby, de 42 años, se entregó voluntariamente a las autoridades en horas de la madrugada, aunque salió bajo una fianza de 50.000 dólares, informa Reuters. La primera audiencia ante el juez que deberá decidir si es culpable de los cargos que podrían implicar una pena mínima de cuatro años de cárcel se celebrará el 30 de septiembre.
En la evolución del caso de Tulsa, las imágenes grabadas por cámaras de la muerte de Crutcher han sido decisivas, al igual que en numerosos otros casos de violencia policial contra hombres negros desarmados en los últimos años. Es por eso que, en el caso de Charlotte, tanto la familia de Scott como los manifestantes que salieron la pasada noche volvieron a reclamar la publicación de las grabaciones que existen sobre la muerte del afroamericano de 43 años, algo a lo que las autoridades se han negado hasta ahora.
Un vídeo que no aclara la cuestión clave
En el caso de Scott, que murió cuando un agente —también afroamericano— le disparó en el aparcamiento de un complejo residencial la tarde del martes, en un incidente todavía confuso, no está tan claro si el vídeo podría aclarar los hechos. Tanto la policía como la familia de la víctima, que el jueves pudo visionar las imágenes, han señalado que no se ven cuestiones clave como si Scott, tal como dice la policía, tenía un arma en la mano o no, que es la versión de sus parientes.
Aun así, las dos partes han hecho una lectura diferente de lo visionado. El jefe de la policía de Charlotte, Kerr Putney, afirmó la pasada noche que las imágenes no son concluyentes acerca de si Scott amenazó al policía con un arma o no. “El vídeo no es la prueba más definitiva”, insistió en la cadena Fox. “No se puede ver lo que (Scott) tiene en sus manos ni si hace un gesto apuntando”. Aun así, afirmó, hay “muchas otras pruebas y declaraciones” que le hacen confiar en que la versión oficial es la correcta.
El abogado de la familia de Scott, Justin Bamberg, coincidió en que en el vídeo es imposible ver qué tenía Scott, “si es que tenía algo”, en las manos cuando fue abatido por el agente. Pero sí dijo que en la grabación se ve que Scott tenía las manos pegadas al cuerpo y que “caminaba lentamente hacia atrás” cuando fue disparado, en un lenguaje corporal muy lejos de ser el amenazante que sostiene la policía. “Tras ver el vídeo, la familia vuelve a tener más preguntas que respuestas”, lamentó Bamberg, que aseguró que la esposa de Scott y otros familiares quieren que las imágenes sean hechas públicas “inmediatamente”.
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