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Burundanga, la droga que cruza el Atlántico

España confirma el primer caso de envenamiento con este polvo, frecuente en América Latina, que anula la voluntad

Jacobo García
Una planta de Datura Estramonio.
Una planta de Datura Estramonio.
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Burundanga, the stealth drug making a name for itself in the US and Europe

La burundanga que aterriza en España es una vieja conocida en las calles de Venezuela, Colombia o Brasil.

Una de cada cinco personas envenenadas en Bogotá lo fue con burundanga y hay tres asaltos diarios con esta droga en Colombia. El Departamento de Estado de EE. UU. la califica como uno de los narcóticos ‘más peligrosos’ y calcula que anualmente se dan unos 50.000 asaltos con este polvo, fácil de conseguir y barato de fabricar, que sumerge a la víctima en la pasividad y la complacencia.

La droga se extrae de una planta conocida como Datura Estramonio, de aspecto ornamental y muy sencilla de encontrar en España y América Latina. De las ramas florece una flor blanca y acampanada y unas semillas compuestas de dos alcaloides, la hiosciamina y la escopolamina.

La escopolamina es un relajante extremo cuyo principio activo, mezclado con diferentes químicos, da lugar a la burundanga, que no es una droga real, sino el nombre que recibe al polvo que surge de mezclar varios narcóticos entre los que está la escopolamina.

Conocida como “droga zombi”, porque bajo sus efectos deja sin voluntad a la persona, son muchos los testimonios de víctimas que han relatado al día siguiente como fueron desvalijados o sufrieron brutales abusos sexuales sin acordarse de nada. La última imagen que recuerdan es la de un trago más en un bar rodeados de gente divertida. O un viaje en taxi en el que repentinamente el conductor agitó una mopa junto al cliente.

Foto Datura Estramonium
Foto Datura Estramonium

El polvo no tiene sabor, ni color, ni olor y la utilización delictiva típica consiste en administrar burundanga disolviéndola en bebidas (té, café, alcohol), alimentos o mezclado con tabaco, ya que a vía gástrica o por la inhalación de humos es como más rápidamente se da la absorción.

La utilización de burundanga es frecuente en bares o lugares de ocio en Caracas o Bogota. Pequeñas organizaciones de ladrones, utilizando como cebo bellas mujeres para encantar a los clientes, coquetean con ellos y vierten el polvo en la copa durante un momento de descuido. O bien se lo colocan cerca de la nariz hasta que la víctima se acerca a dar un beso e inhala. A partir de ahí entre los médicos hay discusión sobre la intensidad en la pérdida de voluntad.

Una de las leyendas en torno a la burundanga es que el envenenamiento puede llegar al flujo sanguíneo vía cutánea, algo prácticamente descartado los expertos.

A principios de siglo la escopolamina se solía usar como analgésico en los partos junto a la morfina y el cloroformo. Se dejó de usar pues ocasionaba alucinaciones y en ocasiones amnesia a las madres, que se despertaban sin recordar nada de lo relacionado con el parto.

En las calles de Bogota, un gramo de burundanga puede costar menos de 30 dólares.

Uno de los problemas para el trabajo policial es que el denunciante no recuerda nada o que incluso la colaboró en el robo. En ocasiones las víctimas denuncian un robo en el cajero automático y al revisar los videos se ve que son ellos mismos quienes, animadamente y rodeado de amigas, operan el teclado.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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