Rusia y Alemania dialogan sobre Ucrania pese a la tensión en Crimea
El ministro de Exteriores alemán reconoce que el conflicto en el este de Ucrania está estancado
Rusia mantiene el diálogo con los socios occidentales en el proceso de Minsk —el cauce para la resolución del conflicto en el este de Ucrania— pese al incremento de la tensión en torno a Crimea, la península que fue anexionada por Moscú en marzo de 2014. Así parece indicarlo la reunión celebrada este lunes por los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en Yekaterinburg, en los Urales.
Junto con Francia, Ucrania y Rusia, Alemania es uno de los Estados miembros del denominado “formato de Normandía”. En febrero de 2015, en la capital de Bielorrusia, estos países suscribieron bajo la égida de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) unos acuerdos, denominados Minsk II, cuyo cumplimiento se ha estancado.
Moscú acusó la semana pasada al Ministerio de Defensa de Ucrania de perpetrar acciones de “sabotaje” en Crimea y el Servicio Federal de Seguridad (FSB) afirmó que dos uniformados rusos perecieron en tiroteos en las noches del 6 al 7 y del 7 al 8 de agosto, respectivamente. Los enfrentamientos se habrían producido cerca de la frontera administrativa entre Crimea y el resto de Ucrania, que Rusia considera como su propia frontera internacional. El canal de televisión privado ruso Dozhd ha publicado que dos civiles habían resultado heridos en aquellos sucesos y atribuyó esta información, no confirmada oficialmente, a un representante del Mezhlis de Crimea (órgano de autogobierno tártaro prohibido por Rusia).
“Actos de sabotaje”
Alemania espera el resultado de las investigaciones de los sucesos en Crimea tanto por parte de Ucrania como por parte de Rusia, según Steinmeier. “Hasta ahora no tenemos total claridad sobre esos acontecimientos y esperamos resultados de las investigaciones de la parte ucrania y rusa”, afirmó el ministro, según el cual hay que evitar que la situación siga deteriorándose. Lavrov, por su parte, dijo que Rusia está dispuesta a mostrar pruebas suplementarias del “sabotaje” de Kiev e instó a los socios europeos a ejercer su influencia sobre Ucrania para evitar que se repita. Nueve personas han sido detenidas por los acontecimientos en Crimea, según las autoridades rusas. Ucrania niega las acusaciones rusas, que el presidente Petró Poroshenko calificó de “fantasías”.
Steinmeier reconoció el estancamiento del proceso de Minsk (que atañe solo a los territorios de Donetsk y Lugansk controlados por insurgentes prorrusos, pero no a Crimea). “Sobre la situación de seguridad mantenemos conversaciones de trabajo sobre un acuerdo marco para separar a las partes en conflicto. Lamentablemente aquí nos hemos atascado”, reconoció el alemán, quien insistió en que “los acuerdos de Minsk son la ruta para regular la situación en Ucrania”. La semana pasada el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que, en la situación actual, el formato de Normandía “carece de sentido”, pero Steinmeier y Lavrov dialogaron en Yekaterinburg sobre las perspectivas de reanudar las conversaciones en ese marco.
Sobre la posibilidad de ruptura de las relaciones diplomáticas ruso-ucranias, el ministro Lavrov aseguró que nadie está interesado en romperlas y consideró que tal paso sería una “medida extrema”. En julio Rusia destituyó a su embajador en Kiev, Mijáil Zurábov, y Ucrania se niega a dar el plácet al nuevo embajador designado por Moscú, Mijaíl Babich, un militar que hizo carrera en los órganos de Seguridad y que en 2002 y 2003 fue primer ministro de la república caucásica de Chechenia.
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