Marchas en Argentina para pedir la libertad de una mujer presa por un aborto
“Ojalá que ninguna otra chica tenga que pasar lo que estoy viviendo”, dice Belén desde la cárcel
"Ojalá que ninguna otra chica tenga que pasar lo que estoy viviendo", escribe Belén desde la cárcel del norte argentino donde cumple una condena de ocho años por un aborto. Su carta se dio a conocer a través de las redes sociales este viernes, horas antes de las marchas convocadas en las grandes ciudades del país austral para exigir su liberación y la anulación de la sentencia. Su caso ha conmocionado a la sociedad argentina y ha saltado también a la arena internacional, donde incluso Naciones Unidas ha pedido su puesta en libertad.
La marcha más multitudinaria, en la que participaron unas 1.500 personas según la agencia oficial Télam, se realizó en San Miguel de Tucumán, la ciudad en la que está encarcelada Belén. Pero hubo también movilizaciones en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, entre otras ciudades. En la capital argentina, cientos de personas se concentraron en los alrededores del Obelisco para exigir justicia y reclamar al Congreso que apruebe el aborto legal, seguro y gratuito. La legislación actual solo permite la interrupción del embarazo en caso de violación o si existe riesgo grave para la vida o salud de la madre. "Ni una menos por aborto clandestino", podía leerse en una de las grandes pancartas que estaban en la marcha. Según Amnistía Internacional, alrededor de medio millón de argentinas abortan de forma clandestina en Argentina cada año y las complicaciones surgidas de esas operaciones son la principal causa de mortalidad materna en el país.
"Las mujeres vienen al hospital muy asustadas", señala Verónica Bueno, voluntaria del hospital público Piñero y participante de la movilización. Bueno forma parte de una unidad de atención a víctimas de violencia de género y asegura que incluso si se trata de violaciones, las mujeres lo tienen difícil si deciden abortar. "El derecho al aborto es uno de los bastiones que quedan por conquistar en Sudamérica", señala Luis de Grazia, integrante de la Campaña por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Aunque los hombres fueron minoría este viernes, De Grazia cree que la concienciación ha ido en aumento en los últimos años y afirma que las marchas son cada vez más diversas.
"Hoy estamos aquí por el pedido de Belén, pero es también un pedido por tantas otras. Es una lucha que nos hermana. Nosotras, como feminidades travas - trans, queremos que ningún estado regule, decida, censure y administre nuestros cuerpos", afirma la actriz, escritora y cantante argentina Susy Shock, otra de las presentes.
"Un aborto espontáneo"
Belén acudió a urgencias en la madrugada del 21 de marzo de 2014 con fuertes dolores abdominales y una hemorragia vaginal. El médico de guardia que la atendió en el hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán diagnosticó que se trataba de un "aborto espontáneo incompleto". Sin embargo, al localizar un feto en uno de los baños del hospital, avisaron a la policía y la paciente fue acusada de homicidio agravado por el vínculo. Los jueces la declararon culpable de este delito a pesar de que al feto que le adjudicaron no se le pudo extraer ADN "por el avanzado estado de descomposición", según consta en el expediente. Tampoco la autopsia se considera fiable como prueba, ya que en un primer momento determina que se trata de un feto de sexo masculino y poco después habla de sexo femenino.
Con todas estas inconsistencias en la mano, la defensa de Belén confía en un fallo favorable de la Corte Suprema de Tucumán. El mes pasado, Amnistía Internacional (AI) entregó 120.000 firmas a las autoridades de esta provincia para pedir la inmediata libertad de Belén y exigir la apertura de una investigación sobre supuestos malos tratos recibidos en el hospital. Además, una decena de organizaciones que se han presentado como amicus curiae ante el máximo tribunal tucumano, que debe resolver la apelación. Los activistas a favor del aborto buscan además que el caso reabra el debate de la despenalización del aborto en el país. No lo tienen fácil: el presidente, Mauricio Macri, indicó días atrás que el asunto no está en la agenda del Gobierno y cuenta con la firme -e influyente- oposición del papa Francisco.
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