Cómo 737 fusiles suizos acabaron en Algeciras
El envío iba destinado a Ghana pero nunca llegó. La pista de las armas suizas se perdió en Hungría
Los inspectores españoles de la Guardia Civil de la ciudad portuaria de Algeciras, cerca de Gibraltar, se quedaron de piedra cuando, el 4 de agosto, abrieron las primeras 809 cajas de cartón del contenedor de un barco. En su interior había un fusil de asalto nuevo acompañado de los correspondientes cargadores y las instrucciones de uso en inglés. Sobre estas últimas destacaba la cruz suiza y el rótulo Swiss Arms.
La Guardia Civil comunicó que, a principios de agosto, se incautó un cargamento de "armas de contrabando" de fabricación suiza, concretamente 737 fusiles de asalto calibre 5,56 y 72 lanzagranadas calibre 40. En el caso de los primeros se trataba de una versión del fusil de asalto 90 que utilizan los miembros del Ejército suizo. Los segundos se emplean principalmente para el lanzamiento de balas de goma y gases lacrimógenos.
Según las autoridades españolas, las armas se habían declarado como "armas desmontadas". Sin embargo, en realidad era evidente que se trataba de "armas nuevas en su embalaje original". Según los documentos que las acompañaban, se deberían haber enviado desde Ghana a comerciantes de armas de Estados Unidos. Sin embargo, algo fallaba en la documentación. Por ejemplo, faltaba la lista de números de serie y de fabricación. Las autoridades españolas comunicaron que se iban a aclarar los hechos. Hasta ahora no ha habido ningún detenido.
Valor total: 1,572 millones de francos suizos
El portal de noticias Tagesanzeiger.ch tiene en su poder el dosier de exportación suizo de la venta. El mismo deja claro que, en efecto, las armas se fabricaron en Suiza. Asimismo, el exportador suizo creía que se iban a enviar realmente a Ghana. En concreto, en otoño de 2010 se tendrían que haber mandado 737 fusiles de asalto de San Swiss Arms S.A. procedentes de Neuhausen am Rheinfall y 72 lanzagranadas de Brügger & Thomet S.A. procedentes de Thun al Gobierno del país africano a través de un comerciante en Hungría. El precio, a pagar por anticipado, era de unos 2.000 francos suizos por fusil y unos 1.000 por lanzagranadas. En total, 1,572 millones de francos suizos. Se declaró que el destinatario final era el Consejo de Seguridad de Ghana. Asimismo, un representante del Gobierno ghanés aseguró que las armas no se revenderían y que solo se utilizarían para fines militares.
Según los documentos, Brügger & Thomet S.A. compró los fusiles de asalto a San Swiss Arms, y a continuación mandó las 809 armas juntas a un comerciante que se encontraba en Hungría. Al parecer, este preparó un gran envío para el Gobierno ghanés que, entre otras cosas, incluía también chalecos antibalas, declara Karl Brügger, propietario de Brügger & Thomet: "Cuando se exportaron desde Suiza, todo se desarrolló correctamente".
Después las cosas ya no siguieron el plan previsto. Al parecer, primero el envío estuvo varios meses inmovilizado en Hungría, y es un misterio cómo llegaron las armas a España.
¿Piezas de recambio para el mercado estadounidense?
Karl Brügger piensa que una posibilidad es que el comerciante húngaro inutilizase las armas y, a continuación, quisiese enviarlas a Estados Unidos como un cargamento de piezas de recambio. Según él, en el gran mercado estadounidense se necesitan continuamente piezas para las armas. Además, está permitido importar armas desactivadas que tengan los componentes fundamentales rotos. Puede que el motivo del comerciante húngaro fuese que el Gobierno africano no le hubiese pagado. Pero también es posible que las armas se enviasen al sur de España por otra vía muy diferente. Una cosa está clara: oficialmente, el cargamento no ha llegado a Ghana. Según la propia empresa, hasta ahora Brügger & Thomet no ha recibido confirmación de la entrega.
Karl Brügger afirma que rechaza casi todos los pedidos de África. Sin embargo, se consideró que el envío para Ghana era oficial, y la Agencia Europea de Defensa y la Secretaría de Estado de Economía suiza autorizaron la exportación.
El Departamento de Control de la Exportación de la Secretaría de Estado de Economía declara que tuvieron conocimiento del caso a través de los medios de comunicación españoles y que están comprobando la veracidad de la información. Cuando se le preguntó al respecto, San Swiss Arms S.A. declaró que, antes de pronunciarse, era necesario aclarar los hechos.
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