El pequeño Kilian y otras vidas rotas
Los forenses siguen identificando a las víctimas de la masacre, cuyos familiares aguardan angustiados las terribles noticias
El paseo marítimo de Niza recobraba ayer cierta normalidad, con la reapertura progresiva al tráfico de sus calles, sus terrazas llenas y turistas y vecinos paseando junto a la playa. Los homenajes improvisados de flores, mensajes y algunos peluches a lo largo de los casi dos kilómetros recorridos por el autor de la matanza del jueves recordaban la tragedia. La aparente calma se quebraba con el ruido desesperado de un hombre gritando. Acababan de anunciarle que su mujer había fallecido. Es una de las 84 víctimas mortales que dejó el indiscriminado atentado. Estas son algunas de sus historias.
Kilian debía cumplir cuatro años el próximo 14 de agosto. El jueves se encontraba con su madre en el paseo marítimo para ver los fuegos. Su padre, Tahar Mejri, estaba con unos amigos en una playa cercana. Al enterarse de lo ocurrido, salió corriendo hacia el paseo. Allí, reconoció la figura de su esposa tirada por el suelo. “No me dio tiempo a decirle adiós, murió delante de mí”, relató al diario local Nice Matin. El pequeño Kilian, sin embargo, había desaparecido. Su padre lo buscaba desesperadamente desde entonces y su foto ha inundado las redes sociales. Ayer por la mañana la tremenda noticia se confirmó: es uno de los 10 niños que murieron también en el ataque.
Yanis era apenas un año mayorque Kilian y, como él, “un pequeño traviesillo” al que le encantaba “lanzar piedras al mar, a veces también a la gente”, según recuerda al diario Aujourd'hui su padre, Mickael Coviaux. La noche del 14 de julio, habían acudido en familia a los fuegos porque al pequeño le hacía mucha ilusión. Acabado el espectáculo, se alejó un poco para jugar con sus amigos. Cuando llegó el camión, a Coviaux solo le dio tiempo a empujar a su mujer para que no se encontrara en la trayectoria y a echarse al suelo. Cuando se levantó, vio a su niño muerto. “Enseguida entendí… Se parecía a Aylan, el niño refugiado que apareció muerto en una playa de Turquía”.
Sean y Brodie. Muchas de las víctimas eran también turistas de paso por la ciudad, la segunda más visitada del país. Entre ellos se encuentran Sean Copeland, de 51 años, y su hijo Brodie, de apenas 11 años. Según el diario de Texas Austin American-Statesman, veraneaban en familia en la ciudad costera, tras haber pasado unos días en Pamplona y en Barcelona.
Victoria. También estaba de vacaciones disfrutando del buen clima y las playas de Niza la estudiante rusa en Finanzas Victoria Savchenko, de apenas 20 años, fallecida aquella noche. Su amiga con la veraneaba resultó herida en ambas piernas, pero su vida no corre peligro.
La vicepresidenta de la asociación Life for Paris, Carolines Langlade, creada tras los ataques de París del pasado 13 de noviembre, ha explicado también que algunas de las víctimas de entonces han perdido a seres queridos en el Paseo de los Ingleses. “Ha ocurrido lo que temíamos. Es como una confirmación del horror”, ha comentado a la prensa.
Desde el jueves, 303 personas han sido ingresadas en los hospitales de Niza y sus alrededores, según el último balance publicado por el Ministerio de Sanidad. Unas 121 personas siguen aún en el hospital, entre los que hay 30 niños. Un total de 26 personas, incluidos cinco niños, seguían ayer en reanimación. Unos 16 cuerpos seguían sin identificar a mediodía, según la última información comunicada por la portavoz del hospital infantil Lenval.
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