La Asamblea francesa advierte de la amenaza del lobo solitario
Un informe señala el peligro de individuos mimetizados por la propaganda y los métodos del yihadismo
La comisión de investigación de la Asamblea Nacional francesa hizo público este martes, tras seis meses de análisis sobre los ataques terroristas en el país, su análisis completo de 429 páginas. Este no podía ser más premonitorio a la luz de lo ocurrido dos días después. Según ese amplísimo informe, cuyas propuestas concretas se aprobaron el pasado día 5 de julio, además del yihadismo organizado, la amenaza es la de individuos aislados, no necesariamente ganados para la causa yihadista, que por mimetismo se inspiran en los métodos del terrorismo islámico. La propaganda de la organización tiene, además, según esas conclusiones, un gran éxito entre dichos individuos. La fragilidad psicológica de algunos de ellos es clave también para entrar en acción con ataques sangrientos. El objetivo preferido: personas o lugares de gran simbolismo para la República. La francofonía es otro punto característico de este tipo de individuos para atacar en Francia. Es un retrato, en definitiva, que se amolda como un guante al perfil del presunto autor del atentado de Niza, Mohamed Lahoualej Bouhiel, tunecino de 31 años no fichado por su radicalización, pero sí por delitos comunes.
"Hay individuos radicalizados que nunca han estado en Siria y que son susceptibles de responder a las llamadas recurrentes del ISIS (siglas del Estado Islámico) para entrar en acción", dice el informe de los diputados. "Fue el caso del atentado de Saint-Quentin Fallavier del 26 de junio en el cual Yassin Salhi decapitó a un empresario, el ataque con arma blanca de la comisaría de policía de la Goutte d'Or en París el 7 de enero de 2016 por parte de Tarek Belgacem o el ataque también con arma blanca del 11 de enero pasado en Marsella por parte de Yussuf Kinav contra un peatón judío. Ello demuestra la eficacia de la propaganda del ISIS".
El informe está basado en cientos de testimonios tanto de víctimas como, sobre todo, de funcionarios implicados en la lucha antiterrorista. En él se habla del mero mimetismo que pueden generar grandes atentados como el de París del 13 de noviembre pasado (en el que murieron 130 personas). En él se recuerda que en septiembre de 2014 el ISIS, en un vídeo de propaganda, llamó a los musulmanes a cometer individualmente atentados en todo el mundo. La fragilidad psicológica es una característica especialmente acusada en algunos de los casos registrados, como el de Ousmane Nimaga, que proyectaba asesinar a un diputado parisino antes de denunciarse a sí mismo el 30 de octubre de 2015. Es el caso también de la intrusión de Nabil Fehmi en el palacete de los Inválidos de París el 16 de diciembre del pasado año, entre otros.
La espontaneidad de estos ataques es lo que les diferencia del otro tipo de atentados, como los cometidos en París y Bruselas en noviembre de 2015 y marzo de 2016, respectivamente. En estos casos se comprueba que el ISIS cuenta con una organización estructurada capaz de preparar, planificar y coordinar atentados. En tales casos ha habido una base en la zona sirio-iraquí, adoctrinamiento, entrenamiento de voluntarios, el uso oportuno de los flujos migratorios y una célula de falsificación de documentos. También de manera premonitoria, Patrick Calvar, director general de Seguridad Interior, declaraba ante esta comisión el pasado 24 de mayo que convenía no limitarse a pensar en franceses como posibles atacantes. "El grupo de fancófonos que evoluciona en la zona sirio-iraquí presenta la particularidad de ser el único que ha elaborado en ese lugar un proyecto de represalias de gran amplitud en sus países de origen", explicó Calvar. "No debemos pensar solo en términos de franceses o de personas residentes en Francia, sino de francófonos. Millares de tunecinos, de marroquíes y de argelinos pueden ser proyectados en nuestro territorio".
Las principales conclusiones y propuestas de este informe son que Francia no está preparada todavía para afrontar grandes atentados y que debe unificar sus servicios de inteligencia; una propuesta que el Gobierno de François Hollande ha desechado por el momento. En Francia hay hasta nueve organismos oficiales de inteligencia y tres de coordinación. Los fallos en atentados pasados, desgranados en este amplio informe, fueron enormes. El trabajo parlamentario se ha elaborado durante los primeros seis meses de 2016 tras un año, el 2015, el más sangriento de su historia reciente con 148 víctimas mortales a causa del terrorismo yihadista. El Gobierno asegura haber desactivado al menos una quincena de ataques desde 2013.
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