“El camión se lo llevaba todo por delante”
Las multitudinarias celebraciones de la fiesta del 14 de julio en la ciudad turística acaban en nuevo episodio de tragedia terrorista
La noche debía de ser festiva en la ciudad de Niza, y en el resto de Francia, pero acabó en tragedia. Las estampas de celebraciones por la fiesta nacional del 14 de julio, con sus tradicionales fuegos artificiales, dieron lugar de repente a escenas de pavor en el paseo marítimo tras el atentado que ha dejado más de 75 muertos en el paseo marítimo.
Los vídeos difundidos por los medios mostraban la violencia del ataque, con decenas de cuerpos tirados por los suelos, que a muchos testigos les recordaban las tremendas imágenes, todavía recientes, de los atentados yihadistas de noviembre en París. “La gente corre, son escenas de pánico. [El camión] se ha metido en el paseo y ha arrollado a todo el mundo”, relató un periodista del diario local Nice Matin. “Hay mucha gente ensangrentada”, añadió.
“Los fuegos artificiales acababan de terminar. Había aparcado mal, así que mi mujer y mis dos hijos nos hemos ido rápido para tomar un helado. Y entonces es cuando hemos visto a una multitud ponerse a correr, eran escenas de pánico total. Yo me encontraba a unos 50 metros del lugar. He puesto a mi mujer y a mis hijos a salvo al fondo del puesto de los helados y empecé a correr en sentido contrario para ver si podía ayudar”, relató a la cadena de televisión France 2 un padre de familia, todavía conmocionado. “No debería haberlo hecho. Lo que vi fue horrible. Cuerpos de mujeres aplastados, llenos de sangre; no quedaba nadie a quien pudiera prestar auxilio. Por lo tanto, di media vuelta”, concluyó.
“Todo estaba bien, los fuegos acababan de terminar. Nos íbamos ya a casa, y de repente vi cómo un grupo de jóvenes se ponía a correr. Pero pensé que sería por unos petardos o algo así”, relató por su parte Thierry a la emisora de radio France Info, presente en el paseo en el momento del ataque. “Me di cuenta de que la cosa iba en serio cuando vi a unas mujeres con carritos de niños que pedían que interviniera la policía. Estaban llorando. Entonces me puse a correr también, me crucé con unas señoras mayores que iban más despacio y me paré a esperarlas. Otra chica me gritó que me pusiera a correr, que me fuera a casa. Entonces me puse correr muy egoístamente”.
El joven Amir también se encontraba en el paseo y se disponía a regresar a casa. “Había mucha gente. Estábamos volviendo y de repente oímos ruidos de detonaciones y a la gente gritando. Enseguida pensamos en un ataque. Echamos a correr y perdí de vista a mi madre y a mi hermana, la multitud me había llevado por delante. Me caí al suelo, la gente me pisaba mientras huía. Oí disparos y conseguí finalmente levantarme y encontrarme con mi familia y pudimos escapar”, contó Amir en la radio.
Muchos disparos
“Hemos rozado la muerte”, indicó otro testigo al canal de televisión I-Télé. “Hemos alucinado (…) el camión zigzagueaba, no sabíamos hacia dónde iba. Mi mujer, si hubiera estado un metro más lejos, habría muerto (…) El camión se lo llevaba todo por delante, los postes, los árboles, todo. Nunca hemos visto nada igual en toda nuestra vida. Ha sido algo increíble. Hay gente que se ha agarrado a las puertas del camión y ha tratado de detenerlo”.
“Hemos oído disparos, muchos disparos. Una multitud llegó hasta nosotros y nos dijo que echáramos a correr. Entramos en un bar de tapas en la calle Longchamp y nos escondimos en los baños durante media hora. Luego salimos y oímos de nuevo a gente correr y decir ‘camión, camión’, entonces nos escondimos otra vez en los lavabos durante una hora. El gerente nos hizo luego salir por la puerta trasera y entonces nos fuimos a casa. Ha sido impresionante”, contó otra testigo, Chloé, al canal France 2.
Vincent, un camarero de un local en la zona, relató cómo vio al conductor precipitarse contra la multitud. “El camión enloquecido llegó (...). Justo en aquel lugar había una orquesta, siempre la hay después de los fuegos, por lo que había una gran concentración de gente. No hay duda de que tiene que haber muchos muertos”, dijo a la radio.
“He oído perfectamente unos disparos, seguidos por un movimiento de pánico, como ocurrió en París”, indicó por su parte una vecina de la ciudad al digital de L’Express, en referencia a los atentados de noviembre en la capital francesa. “Me he refugiado en la cocina de un restaurante. He tenido miedo, realmente”, añadió.
Yohanna, que trabaja en un restaurante del paseo marítimo, contó cómo oyeron el tiroteo y dieron refugio a casi 200 personas en el interior del local. “No hemos visto a la persona disparar. Una persona vio un estallido de luz salir del camión. Hubo cinco o seis minutos de disparos. Llevamos a toda la gente al sótano y estuvimos esperando una decena de minutos antes de volver a subir”, dijo Yohanna a la radio pública. “Seguimos sin poder salir, la policía ha puesto vehículos por todo el paseo y está garantizando la seguridad de la zona”, añadió, pasada la medianoche. “Estamos un poco en estado de shock, pero de alguna forma nos lo esperábamos, sabemos que Niza es un posible objetivo de ataque”, añadió. El turismo se ha convertido en objetivo prioritario de los terroristas.
Otro gerente de un restaurante de la zona quiso destacar el contraste entre el ambiente festivo de la noche y la dureza del ataque. “El restaurante se vació a toda velocidad cuando se empezaron a oír los ruidos, la gente volcaba las mesas en su huida. Lo mismo ocurrió en las zonas peatonales, la gente corría sin saber hacia dónde”, indicó. “Ya había pasado el Carnaval, la Eurocopa, en la que se temía un atentado..., todos estábamos más relajados, la gente simplemente regresaba de los fuegos y se disponía a celebrar el día de la Bastilla”.
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