El paro camionero en Colombia provoca escasez de alimentos en algunas regiones del país
Los transportistas demandan una mejora de sus condiciones laborales. Las autoridades investigan la muerte de un hombre en medio de las protestas
En varios pueblos de Boyacá, en el centro nororiental de Colombia, los mercados empiezan a verse vacíos, mientras la cebolla, la papa y otros alimentos se pudren en las fincas en donde se producen. Los alimentos han quedado estancados en donde se cosechan porque no hay cómo movilizarlos. Los transportadores de carga, principalmente pequeños y medianos, que son clave para el desarrollo de la economía del país, protestan por las políticas gubernamentales, que según ellos los están llevando a la ruina. El Gobierno dice que no se dejará chantajear con la huelga y pide el diálogo sin condicionamientos a un gremio que tiene la capacidad de mover más de 200 millones de toneladas al año. El paro, que ya lleva 36 días, parece agudizarse con el paso del tiempo. Las protestas se hacen cada vez más violentas. Las autoridades investigan la muerte de un joven en medio de las manifestaciones y los choques que se han presentado con el Escuadrón móvil antidisturbios de la Policía.
Los reclamos de los camioneros
Los principales puntos de debate están en la sobreoferta de vehículos para el transporte de carga, que se ha agudizado con la desaceleración económica que vive el país, las tasas y formas de pago de los fletes que, según los transportadores, superan sus ingresos, y los procesos de chatarrización. “Al permitirse el ingreso de más camiones a las vías del país, para cumplir compromisos adquiridos en los Tratados de Libre Comercio, TLC, se lleva a los camioneros a la ruina”, señala la organización Dignidad Agropecuaria Colombiana, que insiste en decir que sobra más de la mitad de los camiones matriculados en el país. Según los voceros del gremio de camioneros, muchas rutas las están trabajando ganando hasta el 50% menos de los costos operativos.
La Asociación Colombiana de Camioneros además insiste en señalar la urgencia de bajar los precios de combustibles en el país y recalca que es necesaria una regulación integral que permita disminuir los costos en la modernización del parque automotor. Alegan que con el documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social se dejaría por fuera de circulación a los camiones que tengan más de 20 años rodando. Más de 280.000 camioneros se han unido en la protesta y advierten bloqueos de vías.
Lo que defiende el Gobierno
“Se ha avanzado notablemente en asuntos como las relaciones económicas con el incremento de los fletes en rutas especiales que beneficia directamente al transportador sin golpear la economía, en hacer un cambio estructural en el Sistema de Costos donde se actualizará en tiempo real el valor de la gasolina y los valores de los peajes, la reposición vehicular y la seguridad social de los conductores”, dijo el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, quien lideró los diálogos que adelantaba el Gobierno con los transportadores, hasta que se suspendieron por hechos violentos en las protestas.
“El Gobierno continua con la plena disposición de lograr soluciones concertadas y dialogadas con todos los actores sociales y empresariales del país pero no puede permitir vías de hecho y tampoco afectaciones al bienestar y seguridad de la población colombiana”, afirmó el secretario general de la Presidencia de la República, Luis Guillermo Vélez.
Los efectos
Como en Boyacá, Nariño, otro departamento que sirve de despensa para el país por su riqueza agrícola, empieza a sentir los efectos del paro. Según su gobernador, Camilo Romero, la crisis se ha agudizado debido a recientes paros agrarios en la zona, también generados por reclamos al gobierno nacional. “Es devastadora la situación sobre todo para el ciudadano de a pie”, dice Romero, al señalar que el sur del país está en su mayoría bloqueado debido a la huelga. “No hay combustible y los medicamentos y alimentos empiezan a escasear”, señala.
En Antioquia, la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, afirma que está a punto de cerrar sus granjas. "Ante la gravedad de los hechos exigimos al Gobierno Nacional soluciones prontas y efectivas, para evitar el debacle de la avicultura, para garantizar la libre movilidad por todas las vías del país y en especial, por las carreteras de Antioquia”, señaló en un comunicado.
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