La policía belga acusa de terrorismo a tres de los 12 sospechosos detenidos
Los servicios antiterroristas llevaron a cabo registros en 16 localidades del país. Los otros nueve arrestados han sido liberados tras el interrogatorio
Noche sin tregua en Bélgica. Horas después del anuncio por parte de la Fiscalía de 12 detenciones de sospechosos de planear atentados en el país, el Ministerio Público, a través de un comunicado, informó de la liberación de nueve de ellos. Los otros tres restantes continúan detenidos y han sido acusados de pertenecer a grupos terroristas y de intentar cometer asesinatos. Se trata de Samir C., de 27 años, Moustapha B., de 30 años y Jawad B., de 29 años. Todos ellos son de nacionalidad belga, según la Fiscalía, quien ha aclarado que "no puede ofrecer más información".
La Policía registró el viernes por la noche 16 puntos de Bélgica, en su mayoría situados en la región de Bruselas. Entre otras zonas, los equipos antiterroristas han realizado redadas en Molenbeek, considerado uno de los principales focos europeos de radicalismo islamista, Schaerbeek, de donde salieron los terroristas que atentaron en el aeropuerto o el propio Zaventem, donde se ubica el aeródromo.
"Las pruebas recabadas mostraron que era necesaria una intervención inmediata", ha asegurado la Fiscalía en el comunicado remitido en la mañana de este sábado. Según la cadena flamenca VTM, las concentraciones de aficionados para seguir por televisión el partido de la Eurocopa de fútbol que Bélgica disputó este sábado ante Irlanda eran un objetivo potencial. El gabinete de seguridad del Gobierno belga se ha reunido esta mañana y no ha confirmado esta versión. "Los eventos públicos previstos para los próximos días se mantendrán con medidas de seguridad complementarias", ha informado el primer ministro belga, Charles Michel, al término del encuentro.
Las autoridades han explicado que el alcance de los registros efectuados durante toda la noche ha sido amplio y se ha extendido también por las regiones de Flandes y Valonia. 152 garajes han sido inspeccionados y 40 personas interrogadas sin que se produjeran incidentes. Tampoco se han hallado armas ni explosivos, si bien los servicios de seguridad se han incautado de material que podría revelar las intenciones de los acusados, cuya continuidad en prisión se decidirá en las próximas horas. Estos arrestos se unen al de Youssef E. A., de 30 años, detenido horas antes por su presunta implicación en los atentados del 22-M.
El runrún de los últimos días cobra tras esta macrooperación mayor credibilidad: esta misma semana el diario belga La Dernière Heure se hacía eco de la filtración de una nota interna de la policía en la que se alertaba del "riesgo inminente" de atentados en el país. De momento, la alerta antiterrorista se mantiene en el nivel 3, un escalón por debajo del máximo, lo que implica que la amenaza es "grave, posible y creíble pero sin datos concretos que apunten a una amenaza inminente". Es el mismo que se ha mantenido en los últimos meses salvo los dos paréntesis de varios días justo después de los atentados de París y Bruselas, en los que se elevó al nivel 4. Ello se ha traducido en los últimos meses en una mayor presencia militar en las calles y principales infraestructuras del país.
La Fiscalía no ha querido revelar la identidad de los detenidos dado que la operación aún permanece abierta. La redada llega casi tres meses después del doble atentado que sacudió el país, en los que fueron asesinadas 34 personas en el aeropuerto y el metro de Bruselas. Las autoridades siguen tratando de recrear detalladamente la concepción y ejecución de los ataques: este viernes la policía y varios acusados participaron en una reconstrucción de los atentados del metro recorriendo el itinerario desde el piso franco hasta la estación, tal y como semanas atrás hicieron con los del aeropuerto.
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