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Hillary Clinton aspira a romper la marginación de las mujeres en la política de EE UU

El 20% de congresistas y senadores, así como seis de 50 gobernadoras son mujeres

Hillary Clinton ha llegado más lejos que ninguna mujer en la política de Estados Unidos. Al lograr esta semana la nominación demócrata para las presidenciales de noviembre, rompe un límite hasta ahora infranqueable en su país. La presencia de mujeres en los primeros rangos de la política es hoy reducida. Si llega a la Casa Blanca, EE UU se equiparará con otros países que han tenido jefas de estado y de gobierno, como India, Israel, Reino Unido, Chile o Alemania.

Hillary Clinton saluda a la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
Hillary Clinton saluda a la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser. Alex Brandon (AP)

Victoria Woodhull fue la primera estadounidense candidata a la presidencia. Se presentó en 1872, con un grupo minoritario, cuando todavía no tenía derecho a votar. Si Clinton consigue ser presidenta, será la primera en los 240 años de historia de esta nación. La última en llegar tan cerca fue ella misma, en 2008.

EE UU se encuentra en el puesto 98 del ranking de países con representación femenina entre sus legisladores —en 1998 estaba en el 59— por detrás de Kenia, Indonesia o Emiratos Árabes Unidos. Las estadounidenses ocupan además menos del 25% de los cargos legislativos y solo una docena de las 100 grandes ciudades del país cuentan con alcaldesas.

Al ritmo actual, EE UU alcanzaría la paridad dentro de 500 años, según un estudio de la organización Fair Vote. Tras la noche de la histórica victoria de Clinton, la escritora y columnista Alexandra Petri “tradujo” su discurso para reivindicar precisamente esta idea. Cuando la candidata demócrata dijo “hemos alcanzado un hito”, Petri escuchó “hemos esperado 227 años por esta victoria”, y cuando recordó que el triunfo no era solo suyo, sino de “varias generaciones”, la escritora —como reflejaron también las redes sociales— oyó: “¿Se dan cuenta de que hemos tenido literalmente cero presidentas?”. Clinton nunca ha pronunciado esas palabras, pero la energía le acompaña.

“Las mujeres siguen estancadas en el mismo sitio donde han estado todo este tiempo”, denunció el año pasado la directora del Centro por las Mujeres Americanas en Política (CAWP) tras conocer los datos del último ciclo electoral. “Para que lleguen más alto, necesitamos más candidatas”. En EE UU hay 84 legisladoras (el 19,3%) en la Cámara de Representantes, 20 (el 20%) en el Senado y seis gobernadoras en un total de 50 Estados.

El lento avance sorprende a un país que contó con la primera candidata en 1872, Woodhull, 50 años antes de que las mujeres pudieran votar. La segunda en hacerlo, Belva Lockwood, utilizó en 1884 el eslogan “Yo no puedo votar, pero ustedes pueden elegirme a mí”. Lockwood sería después la primera mujer abogada en defender un caso ante el Tribunal Supremo. EE UU esperó casi un siglo en tener otra candidata a la presidencia. Margaret Chase Smith luchó por la nominación republicana en 1964 y logró 227.000 votos en las primarias, donde cayó derrotada ante Barry Goldwater.

Casi una década después, Shirley Chisholm fue la primera afroamericana en intentarlo en 1972 y en 1976 Ellen McCormack fue la primera en tener acceso a los mismos fondos para financiar una campaña que un candidato masculino. Ninguna de ellas había conseguido aún competir por la presidencia en las primarias de los 50 Estados. El hito lo logró Lenora Fulani en 1998. Hace 18 años. Entonces, Clinton ya era la primera dama desde hacía seis.

Un total de 35 mujeres han intentado convertirse en presidentas de EE UU, incluyendo a Clinton. Su historia personal está entrelazada con la del sufragio femenino. “Deseo profundamente que mi madre hubiera podido estar aquí esta noche”, declaró en el momento más emotivo de su discurso en Nueva York. Su madre nació el día que EE UU reconoció el derecho a voto de las mujeres, en 1919. La primera en presentarse a unas elecciones fue Smith, 45 años después de esa fecha. Más de medio siglo más tarde, Clinton ha conseguido el siguiente paso hacia la nominación. “Ojalá pudiera estar aquí para ver a su hija ser la nominada del Partido Demócrata”.

Otros hitos

C. F. P.

1887: Susanna Madora Salter, primera mujer nombrada para un cargo político como alcaldesa en Kansas.

1917: Jeannette Rankin, primera congresista del país.

1925: Nellie Tayloe Ross, primera gobernadora de un Estado, Wyoming.

1931: Hattie Wyatt, primera senadora. Ejerció hasta 1945.

1933: Frances Perkins, primera en pertenecer a un equipo de Gobierno, en la Administración Roosevelt.

1969: Shirley Chisholm, la primera congresista afroamericana.

1981: Sandra Day O'Connor, primera juez del Tribunal Supremo, nombrada por Ronald Reagan.

1984: Geraldine Ferraro, primera candidata a la vicepresidencia, con el demócrata Walter Mondale.

2007: Nancy Pelosi es nombrada como la primera mujer portavoz de la Cámara de Representantes.

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