“El ISIS se expande por el sur y está aliándose con Boko Haram y organizaciones de Chad y Níger”
El diplomático muestra su decepción por la imposibilidad de llegar a un acuerdo para formar un nuevo gobierno que ayude a estabilizar el país
El sucesor del español Bernardino León como enviado especial de la ONU para Libia, el alemán Martin Koble, se muestra decepcionado por las dificultades que está encontrando para culminar las negociaciones que desemboquen en un Gobierno de unidad. El diplomático advierte que el vacío de poder está siendo aprovechado por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), en alianza con Boko Haram y otras organizaciones terroristas, para expandirse por el sur del país.
Pregunta: Hace semanas que el parlamento de Tobruk se muestra incapaz de votar una moción de confianza del Gobierno de Faiez Serraj. Los diputados favorables al voto se han visto incluso obligados a reunirse en Gadamés porque en Tobruk reina un ambiente hostil a Serraj. ¿Se conseguirá al final?
Respuesta: Estoy muy decepcionado de que una vez más no haya sido posible llevar a cabo la votación en Tobruk, a pesar de que hubiera habido más de un centenar de diputados dispuestos a votar por el nuevo gobierno. Había quorum para convocar a la Cámara, pero resultó imposible votar porque se cerraron las puertas, se desconectó la electricidad y hubo actos de intimidación. Un Parlamento no puede trabajar en esas condiciones. Yo estaba con el presidente de la Asamblea, Agila Saleh, y le expliqué de nuevo, como ya hice en febrero en una situación similar, que sobre la base del ''Acuerdo político de Libia" ¡el Gobierno de Unidad Nacional debía obtener la aprobación de la Cámara de Representantes diez días después de su presentación! Y esa aprobación aún no se ha producido. El Gobierno debe ser ratificado para poder actuar. Libia no puede esperar más: la distribución de la electricidad sigue sin mejorar, falta poco más de un mes para el comienzo del Ramadán, la gente necesita comer, necesita dinero en metálico para comprar alimentos. Para todo ello es necesario un gobierno en pleno funcionamiento, sin ulteriores demoras.
P: ¿Cómo responde la ONU al comunicado mediante el cual el Gobierno de Trípoli pide ayuda para defender los yacimientos petrolíferos? ¿Es esta la famosa solicitud que esperaba la comunidad internacional para intervenir militarmente?
R: Dejemos clara una cosa: una "intervención militar" es, por definición, una acción por parte de países extranjeros contra el Consejo Presidencial. Todo lo que responda a un requerimiento del Gobierno o del Consejo Presidencial no supone una intervención, sino un acto de ayuda. Todos tenemos claro que el petróleo debe permanecer bajo el control del Consejo Presidencial, y de nadie más. De lo que se trata es de que la NOC, la compañía petrolífera estatal, ejerza el control de los depósitos: todo debe ser legal, y la empresa petrolera atiende a la autoridad del presidente Serraj. Ningún tentativo de intervención por parte de instituciones no reconocidas legalmente resulta aceptable.
P: ¿Habrá que esperar a que haya un Ejército unificado antes de ofrecer apoyo militar a Libia?
R: Si se consigue formar un núcleo de Ejército regular, que incluya el este, el oeste y el sur, creo que será un excelente comienzo. Es inviable que sea sólo el Ejército de uno de los bandos el que combata contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Creo que es muy importante que se llegue a formar un Ejército bien estructurado, aunque haya que partir de un núcleo reducido, porque el ISIS se está expandiendo en el sur, aliándose con Boko Haram y otras organizaciones terroristas en Chad y Níger, y eso es muy preocupante. Se producen operaciones militares en Bengasi, Derna y Ajdabiya, pero no en el oeste ni en el sur, y esta batalla contra el Estado Islámico sólo puede afrontarse en términos militares globales. Todo se reduce de nuevo a la restauración de la autoridad del poder estatal en todo el país; si se alcanza ese objetivo, entonces asuntos como el control del petróleo, el terrorismo, el problema de los migrantes podrán ser gestionados como se merece.
P: Mientras tanto, el Gobierno de Trípoli se ha puesto ya manos a la obra empezando a recibir a los ministros extranjeros; ¿qué opinión le despiertan estos primeros pasos?
R: Lo repito. La realidad es que el Gobierno no está plenamente activo, sólo el Consejo Presidencial está actuando, y ese es el quid de la cuestión. Por supuesto, el Consejo recibe a los ministros europeos y de otros países, y es importante porque eso confirma que el Consejo cuenta con el apoyo de la comunidad internacional. Pero el Gobierno aún no ha sido ratificado, se halla a la espera del voto de la Cámara de Representantes. Y las emergencias de Libia no pueden esperar.
Traducción de Carlos Gumpert
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