Cinco muertos y 36 heridos en un atentado suicida en el centro de Estambul
Hay tres israelíes y un iraní entre los fallecidos por este ataque, cuyas primeras pistas apuntan hacia la autoría del Estado Islámico
Un nuevo atentado suicida, del que los medios locales acusan a un militante del Estado Islámico (ISIS), sacudió Turquía en la mañana de este sábado. El ataque se produjo en la principal arteria comercial de Estambul, causando cinco muertos –uno de ellos el atacante- y 36 heridos, de los que siete se encuentran en estado grave, informó el titular turco de Sanidad, Mehmet Müezzinoglu. Aunque en principio el Gobierno había asegurado que todos los fallecidos eran de nacionalidad turca, posteriormente se confirmó que los muertos eran dos de nacionalidad estadounidense y dos israelíes. Entre los heridos, doce son extranjeros, presumiblemente turistas. Según una circular del Ministerio de Sanidad, seis de ellos son israelíes y hay varios europeos, aunque no se tiene constancia de que hubiese españoles entre los afectados, informaron fuentes consulares a este diario.
El ataque se produjo a las 10.55 de la mañana, una hora menos en España. De acuerdo con la cadena de televisión CNN-Türk, un suicida hizo estallar su carga explosiva, reforzada con tornillos y trozos de metal para aumentar el daño, en medio de la avenida Istiklal, una vía peatonal repleta de comercios, cines, restaurantes, bares y discotecas que, durante los fines de semana, se convierte en el centro del ocio de la metrópolis turca. Pocos minutos después de la explosión, la zona fue acordonada por la policía y numerosas ambulancias acudieron al lugar para evacuar a los heridos a varios hospitales de la zona.
"Quiere amedrentarnos. Que los ciudadanos se encierren en sus casas", dijo el viceprimer ministro y portavoz del Gobierno, Numan Kurtulmus: "Pero no lo lograrán. Si Dios quiere, continuaremos saliendo a las calles a los mercados. Quizás daremos nuestra sangre, pero continuaremos nuestra vida junto a nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros hermanos". El ministro de Exteriores, Mevlut Çavusoglu, por su parte, aseguró que la lucha de su Gobierno contra el terrorismo "continuará de forma decidida, dentro y fuera" del país. "Tenemos que luchar conjuntamente contra el terrorismo, sin poner peros. Esa es nuestra demanda al resto del mundo, en especial a Europa", afirmó.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, explicó a la prensa que “la investigación (sobre el ataque) avanza en varias direcciones” y que tratará de “arrojar luz” sobre lo sucedido “con la mayor brevedad posible”. Con todo, los primeros indicios que trascendieron apuntan hacia una autoría yihadista, y los medios locales señalaron directamente al Estado Islámico (ISIS). Según la agencia de noticias DHA, el presunto autor del atentado sería un hombre identificado como S.Y. –a cuya familia se han practicado pruebas de ADN-, de quien se sospecha es el autor de uno de los ataques bomba sufridos por las sedes del prokurdo Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP) durante la campaña electoral para los comicios del pasado junio. Otros medios apuntan que el nombre de este individuo ya había aparecido en la lista de posibles militantes turcos sospechosos de formar parte de la red del ISIS en Turquía y explican que habría recibido entrenamiento en Siria, donde habría entrado en contacto con la llamada célula de Adiyaman, culpable de tres ataques terroristas que en 2015 dejaron casi 150 víctimas mortales y centenares de heridos. El ataque de este sábado muestra además características similares al que se produjo el pasado enero en la plaza de Sultanahmet de Estambul, que acabó con la vida de una decena de turistas alemanes.
Este nuevo atentado llega solo seis días después de que una militante kurda se inmolase al volante de un vehículo cargado de explosivos en el corazón comercial de Ankara, matando a 37 personas e hiriendo a más de un centenar. El atentado fue reivindicado por el grupo armado Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), que también se reclamó autor de otro ataque suicida, a mediados de febrero, que dejó una treintena de muertos en Ankara. El grupo –que se presenta como una escisión del PKK pero que los analistas de seguridad creen que aún está vinculado a la guerrilla kurda- había amenazado con una campaña de atentados contra objetivos turísticos y en las ciudades del oeste de Turquía como represalia por las operaciones militares turcas en el sudeste kurdo del país. Sin embargo, en este caso la Comunidad de los Pueblos del Kurdistán (KCK), paraguas que engloba a varias organizaciones kurdas, incluido el grupo armado PKK, se apresuró a distanciarse del atentado de Estambul y a condenarlo.
Por si fuera poco, la policía turca ha enviado circulares a sus comisarías de todo el país alertando sobre la posible presencia en Turquía de siete militantes ligados a una coalición recientemente formada por el grupo armado kurdo PKK y otras nueve organizaciones de extrema izquierda, que habrían planeado cometer atentados suicidas contra las fuerzas de seguridad turcas.
El Ejecutivo había prometido reforzar la seguridad ante estas campañas de atentados y durante los últimos día había comenzado a desplegar policías armados a las puertas de los centros comerciales de Ankara. Esta semana, el consulado alemán anunció la clausura parcial de su legación diplomática y de un colegió alemán, cercanos a la avenida Istiklal, tras recibir información de posibles atentados. Según una fuente de seguridad consultada por este diario, la decisión se tomó tras varias llamadas amenazantes de personas vinculadas al radicalismo islámico, aunque el Gobierno islamista ha negado que el atentado del sábado tenga algo que ver con dichas amenazas.
Israel envía avión medicalizado para repatriar a los heridos
La mayoría de las víctimas del atentado de Estambul eran turistas israelíes. El gobierno de Israel, en coordinación con la Magen David Adom (la Estrella Roja de David, equivalente a la Cruz Roja) confirmaba anoche al cierre de esta edición que estaba todo listo para enviar a Estambul un avión medicalizado en el que repatriar “lo antes posible” a los heridos.
Aunque el Ministerio de Exteriores no confirmaba el número total de israelíes afectados por la explosión, según el portavoz de la MDA al menos contaban con repatriar a 11 israelíes, 4 de ellos en estado grave. Tampoco descartaban la posibilidad de enviar un segundo avión porque la embajada israelí en Estambul seguía intentando localizar a otros 6. Israel reforzará la seguridad de sus delegaciones diplomáticas en Turquía y ha pedido a sus nacionales que eviten en la medida de lo posible viajar allí.
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