El imprevisible voto joven condiciona los ‘caucus’ demócratas de Iowa
Clinton y Sanders confían en movilizar a ese segmento en la elección del candidato
Una chica recoge firmas contra Donald Trump, el magnate que encabeza las encuestas de los candidatos republicanos a la Casa Blanca. Tres jóvenes reparten panfletos a favor de Rand Paul, otro aspirante republicano. En un muro hay una pantalla de televisión con una cuenta atrás para los caucus e información sobre cómo votar y los eventos del día de los candidatos. En otra pared, cuelgan anuncios de puestos de trabajo en las campañas del demócrata Bernie Sanders y el republicano Jeb Bush.
La Universidad Drake, en Des Moines, es la universidad de los caucus.
El ambiente electoral se palpa en este campus en la capital de Iowa, en el Medio Oeste de Estados Unidos. Si hay que juzgar por las entrevistas a una decena de estudiantes, la mayoría de jóvenes participarán en los caucus o asambleas electivas del lunes en Iowa, que inaugurarán el proceso de selección de los candidatos demócrata y republicano a las elecciones presidenciales de noviembre. Y si hay que juzgar por sus opiniones, el gran beneficiado será el demócrata Sanders. El dinero -en su distribución social, en política y en las deudas para estudiar- es la preocupación más acuciante de los estudiantes entrevistados. Y Sanders, de 74 años, es quien mejora explota esa angustia.
Sarah Berenncox, de 20 años y alumna de sociología y economía, lo votará. “Me interesa la desigualdad de ingresos. Tenemos que realmente reformar nuestro sistema económico”, dice. Para Berenncox, no es relevante que Hillary Clinton, la favorita demócrata, pueda convertirse en la primera presidenta de EE UU. Esgrime que Sanders -situado más a la izquierda que Clinton- “apoya los asuntos de mujeres” y acusa a Clinton, de 68 años, de tener a las “grandes corporaciones en el bolsillo”.
Un 41% de los votantes de menos de 35 años -los llamados millennials- se identifica con el Partido Demócrata y un 28% con el Republicano, según una encuesta de mediados de enero del diario USA Today. Sus opiniones son progresistas: respaldan las energías renovables, endurecer el control de armas o aceptar a refugiados sirios.
De los demócratas, un 46% apoya a Sanders frente a un 35% a Clinton. La brecha es más amplia entre mujeres -50% contra 31%- pese a los intentos de Clinton de jugar la carta de que sería la primera presidenta. Entre los jóvenes republicanos, el más popular es Trump (26%).
“Están más involucrados en política, hablan de ello en los pasillos, en el comedor”, dice una trabajadora de Drake, que declina dar su nombre. No recuerda nada igual en los 20 años que lleva en la universidad.
Los estudiantes admiten que los caucus son asunto de debate. Algunos lo atribuyen al hecho de vivir en Iowa todo este circo político, a que varios candidatos hayan visitado el campus o a la proliferación de las redes sociales. También influye la pugna entre Sanders y Clinton, muy igualados en las encuestas, por el voto millennial. El senador cuenta con más seguidores en las redes sociales y ha creado una página web especial para jóvenes. La ex secretaria de Estado ha recibido el apoyo de jóvenes estrellas televisivas y musicales.
La incógnita es si ese interés se traducirá en votos en los caucus, que suelen registrar una participación de solo el 6%. El voto joven es imprevisible. En las primarias y las elecciones generales, su participación es más baja que la de los segmentos de mayor edad.
El precedente de Obama
Pero pueden marcar una diferencia clave, como sucedió en 2008 con la campaña del demócrata Barack Obama, que ganó por sorpresa los caucus de Iowa en gran parte por el voto joven. En caucus reñidos, como el del año 2000, solo votó un 9% de los menores de 30 años. Obama logró en 2008 subir la cifra al 19% tras una intensa movilización puerta a puerta en distritos clave. Clinton quedó entonces en tercer lugar. Sanders aspira ahora a repetir el fenómeno Obama.
“Hay mucha gente que dice estar interesada, pero estoy preocupado de que no tanta vaya a ir a votar”, dice Garrett Gould, de 21 años y estudiante de contabilidad, que el lunes tiene previsto votar a Sanders. Lo que más le gusta del candidato es su promesa de acabar con la influencia del dinero en el sistema político.
Para James Camacho, de 19 años y estudiante de mercadotecnia, la prioridad es también acotar el dinero en política. Pero no sabe si votará ni a quién. Le gusta que Sanders no acepte donaciones de millonarios y grupos de presión. Pero también que lo haga Trump, que se autofinancia la campaña, pese a que está en desacuerdo con sus opiniones más polémicas. “No lo sé, todavía estoy decidiendo. Me gustan cosas de cada partido”, explica.
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