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Sarkozy quiere convertir en delito la consulta de webs yihadistas

El expresidente propone crear un Ministerio de Seguridad, armar a los policías municipales y más cárceles

Carlos Yárnoz
Nicolas Sarkozy en París, el 3 de noviembre de 2015.
Nicolas Sarkozy en París, el 3 de noviembre de 2015.MATTHIEU ALEXANDRE (AFP)

Junto con el desempleo, la inseguridad es la principal preocupación de los franceses y uno de los argumentos más usados por el ultraderechista Frente Nacional para ganar votos. Para frenar esa tendencia, Nicolas Sarkozy, líder de la oposición, ha presentado este martes un paquete de duras propuestas contra el terrorismo y la delincuencia. Entre ellas, crear un Ministerio de Seguridad con competencias ampliadas, aumentar hasta 80.000 las plazas carcelarias (hoy 60.000), armar a los policías municipales o convertir en delito la consulta de páginas yihadistas.

Ante 400 militantes entregados y decenas de cargos electos de su partido, Los Republicanos, el expresidente de Francia ha hecho en la sede de la formación una catastrófica descripción de la situación actual. “La autoridad del Estado es pisoteada por doquier. Cada día, resultan heridos una veintena de policías y gendarmes. La inseguridad se ha convertido en la regla. Hay un desarme moral y penal”.

El exjefe del Estado, que también fue ministro del Interior, recordó que, desde que en 2012 llegaron los socialistas al poder, han aumentado un 8% los atracos (27.000 anuales), un 12% las agresiones y un 31% los casos de violencia sexual. “Sin autoridad no hay República”, proclamó Sarkozy, que se propone “refundar” una política de seguridad si, como auguran los sondeos, su partido gana las regionales del mes que viene y las presidenciales en 2017.

Para esa refundación, la medida estrella de Sarkozy es la creación de ese Ministerio de Seguridad. Reunirá las competencias actuales del de Interior, pero sumará a los funcionarios de prisiones (unos 36.000, que pasarán a ser fuerzas del orden) y absorberá funciones de Aduanas. Gendarmes y policías se centrarán en sus misiones específicas, mientras los controles ferroviarios o de autopistas deberán hacerlos sobre todo agentes privados de las empresas, a los que se les daría acceso a bases de datos policiales.

Los franceses con doble nacionalidad que regresen de Siria o Irak serían expulsados y no podrían entrar en la zona Schengen

Con esta medida, y la adjudicación de armas de fuego a los policías municipales en poblaciones de más de 20.000 habitantes, la cifra de agentes armados aumentará en decenas de miles. Pese a todo, Sarkozy propone que toda utilización de armas por parte de los agentes del orden sea considerada “legítima defensa” y que se invierta la carga de la prueba. Ha sido el Frente Nacional el que ha empezado a armar a los policías municipales en los ayuntamientos que dirige.

Mientras la delincuencia y el terrorismo aumentan, solo la población carcelaria disminuye (ahora hay 69.000, 10.000 más que las plazas oficiales), ha denunciado Sarkozy. Para él, la ministra de Justicia, Christian Taubira, permanente objetivo de la ultraderecha, practica “un laxismo” gracias al cual decenas de miles de delincuentes no pisan la cárcel pese a estar condenados.

Por eso, Sarkozy quiere el cumplimiento efectivo de toda condena superior a seis meses y propone aumentar la capacidad carcelaria en 20.000 plazas más. Los traficantes de drogas condenados, añade, no podrán volver a residir en sus barrios.

En el país occidental más amenazado por el terrorismo ahora, Sarkozy también considera que las medidas tomadas para defender a la población son insuficientes. Los ciudadanos franceses que regresen de combatir con los yihadistas en Siria o Irak deben ser detenidos de inmediato. Si tienen doble nacionalidad, serán expulsados con la prohibición de regresar a cualquier país de la zona Schengen.

Como ya es habitual en los últimos meses, Sarkozy someterá estas propuestas a la consulta de todos los militantes. Hasta ahora, la media docena de proyectos han sido aprobados por nueve de cada diez votantes. Las de ahora, a juzgar por los aplausos de su público, correrán la misma suerte.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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