Ken Taylor, embajador que encubrió a los diplomáticos de EE UU en Irán

Ken Taylor siempre subestimó su heroicidad, pero ésta lo acompañó hasta sus últimos días. Taylor, que falleció el jueves en Nueva York a los 81 años, era el embajador canadiense en Teherán que en 1979 acogió en secreto a seis diplomáticos estadounidenses que habían escapado del asalto a su Embajada y los ayudó a salir de Irán.

Su proeza le valió la medalla de oro del Congreso estadounidense y un homenaje en la Casa Blanca por parte del expresidente Ronald Reagan.

La película  Argo en 2012 lo adentró en el imaginario colectivo, aunque él se quejó de que la cinta concedía demasiada relevancia al papel de la CIA frente al del Gobierno de Canadá. A principios de este año, fue ovacionado en un partido de los Rangers, el equipo de hockey hielo de Nueva York.

A Taylor “le gustaba decir que cualquiera hubiese hecho exactamente lo mismo”, dijo su hijo Douglas a la cadena televisiva canadiense CBC tras darse a conocer su muerte. “Hizo todo tipo de cosas para todo el mundo sin esperar nada a cambio”, agregó su viuda, Pat, a la agencia Associated Press. El exdiplomático falleció por un cáncer de colon, que le fue diagnosticado recientemente.

En noviembre de 1979, Taylor escondió durante más de dos meses en su residencia y en la casa de otro diplomático canadiense a los seis estadounidenses que habían logrado escapar, cinco días antes, de la turba radical de estudiantes iraníes que ocupó la Embajada norteamericana. Los estudiantes protestaban por el hecho de que Estados Unidos hubiese permitido la entrada del sha Mohammad Reza Pahlaví, que había sido depuesto en enero de ese año por la revolución islámica.

Un total de 52 estadounidenses pasaron 444 días secuestrados en la Embajada. Esa crisis frustró la reelección del entonces inquilino de la Casa Blanca, el demócrata Jimmy Carter. Desde 1980, Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Teherán.

Los seis diplomáticos estaban fuera de Irán a los tres meses del asalto. En colaboración con la CIA, Taylor persuadió al Gobierno canadiense para que entregara a los seis diplomáticos pasaportes canadienses con visados iraníes falsos. También les consiguió los billetes de avión de salida de Irán.

En paralelo, el agente de la CIA Tony Mendez, protagonizado por Ben Affleck en la película, ayudó a urdir una historia encubierta. El grupo pretendió ser una comitiva de Hollywood que visitaba ubicaciones para filmar una película de ciencia ficción llamada Argo. Y tomó con éxito un avión con destino a Suiza en enero de 1980.

Ese mismo año, Taylor dejó su puesto en Teherán tras enlazar varios destinos como embajador en Oriente Próximo. Fue cónsul en Nueva York durante cuatro años. En 1984 dejó el servicio exterior. Entró en el mundo empresarial y de consultoría. Vivió sus últimos años en Nueva York. Tenía un hijo y dos nietos.