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La OTAN envía fuerzas especiales a Kunduz para ayudar al Ejército afgano

Los desplegados forman parte de la misión de la Alianza en Afganistán

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
Ángeles Espinosa

La OTAN ha enviado a Kunduz fuerzas especiales de su misión en Afganistán para que ayuden a las tropas gubernamentales a recuperar esa ciudad del norte del país capturada el lunes por los talibanes. La noticia, avanzada por la agencia France Presse, pone de relieve la importancia que los países miembros de la Alianza dan al desafío planteado por los insurgentes islamistas, cuya evicción del poder en 2001 está en el origen de la presencia militar occidental en esa nación centroasiática.

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El coronel, Brian Tribus, un portavoz de la OTAN en Kabul, ha corroborado el despliegue, pero no ha precisado el número de soldados. Sí ha confirmado a Reuters que "las fuerzas estadounidenses realizaron un bombardeo aéreo para eliminar la amenaza en Kunduz". Una fuente militar anónima citada por France Presse ha explicado que en el despliegue hay soldados de élite estadounidenses, británicos y alemanes.

“Son muy pocos, apenas 40 asesores, entre ellos 11 alemanes, que se han trasladado al aeropuerto de Kunduz para coordinar operaciones y tal vez orientar al Ejército afgano; no estoy seguro de que vayan a entrar en combate”, ha señalado a este diario Thomas Ruttig, del Afghanistan Analysts Network (AAN). De acuerdo con este analista, Estados Unidos ya tenía un pequeño grupo de militares en el aeródromo, “no sé si a raíz del ataque del lunes o desde antes”, de ahí que haya procedido a bombardear la zona porque, “según sus reglas de combate, tiene que proteger a sus efectivos”.

Los efectivos desplegados forman parte de los 13.000 militares extranjeros que permanecen en Afganistán, en virtud de un acuerdo de seguridad firmado el año pasado ante el final de la misión de combate. Su tarea consiste sobre todo en la formación del Ejército afgano, aunque Estados Unidos aún mantiene una pequeña fuerza de intervención con la que regularmente bombardea a yihadistas (de Al Qaeda u otros grupos) en la zona fronteriza con Pakistán. Ante el sorpresivo ataque de los talibanes a Kunduz, Alemania ha hecho saber que está dispuesta a prorrogar la presencia de sus 850 soldados inicialmente prevista hasta 2016.

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Unos cinco mil soldados afganos se habían concentrado en el aeropuerto de Kunduz a primera hora de este miércoles para reforzar el contraataque lanzado la víspera por el Gobierno de Kabul. Tras la ofensiva talibán del lunes, las autoridades provinciales y buena parte de las fuerzas de seguridad se replegaron al aeródromo, situado a una decena de kilómetros al sur de la ciudad. Sin apenas resistencia, los insurgentes trataron de llegar hasta allí, algo que al parecer ha evitado un segundo bombardeo de EEUU.

Según Tribus, la aviación norteamericana ha llevado a cabo dos nuevos ataques aéreos durante la noche pasada, una hacia las once y media del martes y otra a la una de la madrugada del miércoles, “en las proximidades del aeropuerto”. El portavoz no ha precisado los objetivos. En una primera salida, el martes por la mañana, aviones estadounidenses ya bombardearon las afueras de Kunduz para abrir paso a los soldados afganos después de que los talibanes bloquearan todos los accesos a esa ciudad.

“Tenemos suficientes tropas para vencer a los talibanes, pero tristemente falta voluntad o determinación para luchar; sólo nos estamos defendiendo”, ha reconocido a Reuters Mohammad Zahir Niazi, jefe de Chardara, una de las comarcas de la provincia de Kunduz. Sus palabras ponen de relieve el mayor problema que afrontan las fuerzas de seguridad afganas tras la retirada de los soldados occidentales a finales del año pasado, la ausencia de motivación de unos hombres mal pagados, mal equipados (debido a la corrupción de sus mandos) y que a menudo no se sienten suficientemente respaldados, ya que el Ejército afgano carece de una fuerza aérea eficaz.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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