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La justicia argentina anula las polémicas elecciones en Tucumán

El Gobierno de Kirchner habla de “golpe de Estado judicial” mientras la oposición lo celebra

Carlos E. Cué

La justicia argentina, en un fallo sorpresivo y muy polémico, ha decidido suspender las elecciones en la provincia de Tucumán, en las que ganó el kirchnerista Juan Manzur, y ordenar repetir los comicios. Es una decisión inédita en un país que, pese a las habituales polémicas y denuncias de fraude, no ha visto jamás anuladas unas elecciones en los últimos 32 años de historia democrática. La situación provoca una enorme tensión política a poco más de un mes para las elecciones presidenciales del 25 de octubre, y se especula ya con la posibilidad de que el Estado tenga que intervenir la provincia ante el vacío de poder. Mientras la oposición aplaudía la decisión de los jueces –que será apelada- el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner reaccionó con una dureza incluso superior a la habitual. “Es un golpe de Estado judicial", bramó Aníbal Fernández, número dos del Gobierno. "Es una decisión ridícula, destituyente, de una enorme gravedad institucional porque se mete con la voluntad popular. Es uno de los disparates jurídicos más grandes de la historia", insistió.

La decisión en cualquier caso no es definitiva. La tomó la Cámara de lo Contencioso Administrativo de Tucumán pero el kirchnerismo recurrirá ahora a la Corte Suprema de esta provincia, controlada más claramente por el oficialismo. Aún así, los días pasan y el propio gobernador, José Alperovich, cree que es posible que sea necesario intervenir la provincia porque no da tiempo a repetir los comicios ni a resolver el contencioso antes de que decaiga su mandato el 28 de octubre. “El fallo es de imposible cumplimiento. Si se anula la elección no va a quedar quién ejerza el poder y Tucumán va a quedar acéfalo de poder", aseguró Alperovich, que calificó la decisión de "golpe contra la democracia y voluntad popular".

El escándalo por las irregularidades en la elección de Tucumán, que llevó a miles de personas a manifestarse en la plaza principal de la capital nueve días seguidos reclamando que se repitieran, ha monopolizado la actualidad política argentina durante semanas desde la votación del 23 de agosto. La oposición insistía en no reconocer el resultado y reclamaba una resolución como esta. Mientras, la presidenta Fernández de Kirchner, y el candidato oficialista para sucederla, Daniel Scioli, reclamaban a la oposición que aceptara la derrota. Nadie contaba con una resolución judicial favorable a la oposición que hará aún más irrespirable el complejo clima político que se vive en una comunidad que fue la cuna de la independencia argentina en 1816. Tucumán se ha convertido en el símbolo del clientelismo político en Argentina. El día de las elecciones miles de coches pagados por los candidatos llevan a gente a votar para garantizar que los apoyen a ellos y hay repartos de comida y regalos para agradecer el voto.

La decisión tiene una clara repercusión en la política nacional. Scioli, el más perjudicado, puesto que apoyó a Alperovich y ahora se hace más evidente que hubo fraude organizado por el hombre que ha controlado con mano de hierro la provincia durante 12 años, exigió que intervenga la Corte Suprema nacional. “Ante una situación institucional de esta característica y previo a unas elecciones presidenciales es necesaria la intervención del máximo tribunal”, aseguró. Sin embargo, no parece probable que lo haga antes de que hable la Corte provincial. Mauricio Macri, su gran rival, aplaudió a los magistrados: "Felicito a los tucumanos por su perseverancia en esas nueve noches de marcha a la plaza. Y felicito también a los jueces por su valentía, porque no es fácil tomar una decisión así en tierras de Alperovich", aseguró. "En la Argentina hay que terminar con los ladrones de votos, de urnas y de plata del Estado para pagarse la campaña", remató Sergio Massa, el otro gran candidato de la oposición.

Después de un polémico recuento, el resultado definitivo ofrecía una victoria del oficialista Manzur, exministro de Kirchner, frente a José Cano, líder de la oposición. Manzur se impuso con el 51,64% de los votos sobre 39,94% de Cano. Sin embargo los opositores denunciaban las irregularidades, que incluían la quema de más de 40 urnas, y rechazaban el resultado. La justicia de momento les ha dado la razón. “Es un fallo histórico. Hemos visto prácticas electorales clientelares repudiables”, aseguró el candidato Cano nada más conocerse el fallo. Sin embargo es probable que la Corte Suprema de esta provincia tome una decisión diferente.

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