El ‘caso Espinosa’ suma otro arresto y cumple un mes sin esclarecerse

Un mes después del brutal asesinato de cuatro mujeres y un periodista amenazado en un apartamento de México DF el crimen sigue sin esclarecerse, aunque hay dos detenidos. El último, arrestado el domingo, es un expolicía de 24 años, Abraham Torres Tranquilino, que en 2011 fue condenado a cuatro años de cárcel por torturas y salió en libertad condicional al año siguiente.

El caso Espinosa ocurrió el 31 de julio y tuvo un impacto fuerte por la sospecha de que fuese un asesinato político. El reportero amenazado Rubén Espinosa, de 31 años, hacía dos meses que había llegado a México DF tras ser hostigado por desconocidos en Veracruz, el Estado mexicano más peligroso para el periodismo con 15 profesionales asesinados desde 2011.

Con él murió su amiga Nadia Vera, 32 años, también activista en Veracruz, y otras tres mujeres: dos jóvenes que vivían con ella y la empleada de la limpieza del apartamento de las chicas, donde tuvo lugar la matanza un viernes por la tarde. Todos fueron golpeados y recibieron un disparo en la cabeza.

Desde la ONU hasta ONG mexicanas, y en especial el gremio periodístico, han exigido que se investigue a fondo si fue un asesinato político. La Fiscalía de México DF ha reiterado que no descarta esa hipótesis y ha tomado declaración como testigo al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, que ha negado cualquier nexo entre el trabajo de Espinosa y el multihomicidio.

Más por filtraciones que por datos oficiales, la línea de investigación apunta a un delito común relacionado con una pista que ha circulado desde el inicio del caso y que ha escamado por sus ribetes de prejuicio xenófobo: alguno de los asesinos podría ser conocido de una de las compañeras de apartamento muertas, de origen colombiano. Además habría indicios de robo, porque el apartamento fue saqueado y cámaras de vigilancia grabaron a tres sospechosos saliendo del edificio con una maleta.

Entre ellos están los dos detenidos hasta el momento, Torres Tranquilino y Daniel Pacheco, de 42 años y expreso por violación. Pacheco, que apareció en la fotografía policial con un ojo morado, declaró que estuvo en el crimen pero no mató a nadie. Luego denunció que fue torturado tras ser detenido, lo que de verificarse anularía la validez de su declaración. La Fiscalía sigue buscando al tercer sospechoso.