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Los rebeldes y el Ejército sirio sellan una tregua en la frontera libanesa

Una ataque insurgente con decenas de cohetes causa al menos 30 muertos en Damasco

Juan Carlos Sanz
Retirada de cadáveres tras los bombardeos en Ghutta, al este de Dasmasco.
Retirada de cadáveres tras los bombardeos en Ghutta, al este de Dasmasco. SAMEER AL-DOUMY (AFP)

Los rebeldes y el Ejército sirio han aceptado una inusual tregua humanitaria de 48 horas en la ciudad de Zabadani y en dos localidades chiíes de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Líbano, donde la ONU había alertado de la alta mortandad causada por los ataques aéreos de las fuerzas gubernamentales. Las posiciones de los insurgentes del grupo Ahrar al Sham y del Frente al Nusra en Zabadani, situada 45 kilómetros al noroeste de Damasco, ha sido golpeadas durante las últimas semanas por el Ejército y sus aliados de Hezbolá.

La emisora de televisión Al Manar, vinculada a la guerrilla chií libanesa Hezbolá, confirmó el inicio del alto el fuego en la madrugada del miércoles. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG que informa sobre el conflicto desde Reino Unido, aseguró también que la situación estaba en calma en la zona.

Kefraya y Al Fua, dos localidades chiíes próximas a Zabadani que se encuentran sitiadas por las fuerzas gubernamentales, van a poder recibir ayuda humanitaria para evacuar a los heridos en estado grave. En la negociación para el acuerdo de tregua entre el Ejército y los rebeldes ha intervenido una delegación iraní.

En Damasco, mientras tanto, grupos insurgentes dispararon decenas de cohetes contra el centro de la capital que causaron 50 muertos, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, horas antes de la llegada del ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, que se encontraba durante la mañana del miércoles de visita oficial en Beirut. Teherán y Moscú, los principales apoyos exteriores de Bachar el Asad, intentan reactivar en los últimos días una iniciativa diplomática para poner fin a la guerra en el país árabe.

En la región de Ghuta, al este de la capital siria, los bombardeos aéreos del régimen han dejado 37 fallecidos y 120 heridos, muchos de ellos en estado crítico, según el Observatorio, que ha recontado más de 250.000 muertes desde que estalló el conflicto en Siria en 2011. Fuentes militares sirias citadas por Reuters aseguran que el Ejército se está replegando hacia posiciones defensivas en todo el país.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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