Bruselas deja encarrilados 6.000 millones más para Grecia

La historia interminable de la crisis griega se cerró este miércoles en Bruselas, al menos por lo que queda de verano. La Comisión Europea anunció que las condiciones finales del tercer rescate estarán listas en la segunda quincena de agosto: eso supone varias semanas de tregua a la espera de que se cierre la negociación entre bambalinas, sin la exposición pública ni los líos de los últimos tiempos. El BCE elevó en 900 millones de euros las líneas de liquidez de emergencia para los bancos helenos, que superan ya los 90.000 millones: algo más de aire para el maltrecho sistema bancario. Y Bruselas completó el rompecabezas al aprobar el uso de 6.000 millones adicionales para casos de emergencia, procedentes del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF), el mismo instrumento que se ha usado para dar a Grecia un crédito puente de poco más de 7.000 millones.

Grecia era, es y será el único caso de urgencia a la vista. Todo encaja: la antigua troika cifró hace unos días las necesidades financieras inmediatas de Atenas en 7.000 millones para julio, y en 5.000 millones más para agosto. Los primeros 7.000 millones ya están en Atenas, y han permitido pagar al BCE y al FMI. La Comisión aprobó este miércoles la normativa necesaria para que esos 6.000 millones adicionales estén disponibles “con rapidez, gracias a un procedimiento sencillo”, explicó el comisario Pierre Moscovici. Los socios de la UE aún deben aprobar la propuesta de la Comisión.

Garantías permanentes

El MEEF es uno de los fondos que se aprobaron en la UE cuando estalló la crisis. Con una potencia de fuego de 60.000 millones, se usó en Portugal e Irlanda. Y es el único mecanismo de rescate que no depende de los 19 países de la eurozona, sino de los 28 socios de la UE: usa el presupuesto comunitario como aval para endeudarse en los mercados.

Londres hizo una maniobra para tratar de bloquear el uso de ese fondo como financiación puente para Grecia: consiguió que la eurozona dé garantías adicionales a los países que no están en el euro. De esta manera, si Grecia acaba suspendiendo pagos a pesar del tercer rescate, esos países no perderían dinero. Bruselas convirtió este miércoles en permanentes esas garantías: a cambio, se asegura de poder usar cuando quiera el dinero que queda. Si Grecia sigue el camino marcado para obtener el rescate —es decir, si aprueba las reformas acordadas—, podrá usar esos fondos cuando los necesite. Adiós a la crisis... hasta la vuelta de verano.