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Los partidos turcos rompen tabúes al incluir a minorías en las listas

Candidatos cristianos, yazidíes y homosexuales compiten por estar en el nuevo Parlamento

Andrés Mourenza
Un niño pasa delante de bufandas con la imagen de Selahattin Demirtas, copresidente del partido prokurdo HDP, en Diyarbakir.
Un niño pasa delante de bufandas con la imagen de Selahattin Demirtas, copresidente del partido prokurdo HDP, en Diyarbakir. SEDAT SUNA (EFE)

"Un solo estado, una sola nación, una sola lengua, una sola bandera". Este ha sido el lema que, durante décadas, ha guiado la política oficial de Turquía y que, sin embargo, no hace justicia a la gran riqueza cultural y social del país eurasiático. Algo que comenzó a cambiar con la irrupción del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formación islamista moderada que alcanzó el poder en 2002 rompiendo con la ideología oficial del kemalismo, basada en el laicismo propugnado por el fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, pero también en una excluyente concepción de la identidad turca y en duras políticas de asimilación. A esta apertura también ha contribuido enormemente el hecho de que los kurdos -la mayor minoría étnica del país- hayan contado con grupo parlamentario propio en el hemiciclo desde las elecciones de 2007.

A partir de entonces los tabúes han ido cayendo uno detrás de otro y la muestra es la introducción de numerosos representantes de minorías étnicas, religiosas y sociales en las candidaturas que competirán en los comicios del próximo domingo.

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Las elecciones abren así las puertas a un Parlamento más plural. Por primera vez en la historia de la República de Turquía, es probable que ocupe un escaño un diputado gitano. También que se siente por primera vez en el hemiciclo un parlamentario yazidí y al menos una representante armenia tras 51 años de ausencia. Además, media docena de los cristianos tiene opciones de formar parte de un Parlamento en el que ahora solo se sienta un único diputado no musulmán. La representación de los alevíes crecerá y si el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP) pasa la barrera electoral del 10%, también habrá más representantes kurdos que nunca.

"Yo siempre he sido el otro de los otros", explicaba recientemente Deva Özenen. Su doble condición de cristiana y transexual le ha supuesto innumerables discriminaciones y hubiese hecho impensable hace unos años que presentase su candidatura al Parlamento de Turquía, un país de mayoría musulmana y muy homófobo. Y, sin embargo, ha sido una formación kemalista de nuevo cuño, el Partido de Anatolia, la que ha dado a Özenen la oportunidad de concurrir a las elecciones en sus listas por la ciudad de Esmirna.

También dentro de la corriente kemalista se han producido otros hitos. El Partido Republicano del Pueblo (CHP), fundado por Atatürk y actualmente la principal formación de la oposición, ha nombrado como cabeza de lista en uno de los distritos electorales de Estambul a Selina Dogan, una abogada armenia, para lanzar el mensaje de que ha dejado atrás sus años de nacionalismo chovinista. El CHP, el único partido que ha elegido a la mayoría de sus candidatos a través de primarias, presenta además a Özcan Purçu, quien con toda seguridad se convertirá en el primer diputado gitano de la historia de Turquía, ya que ha sido colocado en las primeras plazas de la candidatura del partido por Esmirna

También los islamistas del AKP han elegido por primera vez a un candidato cristiano, el escritor armenio Markar Esayan, aunque -contrariamente a anteriores elecciones- ha adoptado una retórica más nacionalista y han arremetido contra los representantes de minorías en las listas electorales de sus adversarios.

Pero si hay un partido que ha apostado por la diversidad, ese es, sin duda, el de la Democracia de los Pueblos (HDP), que pretende trascender su origen kurdo para convertirse en una formación progresista con presencia en toda Turquía. Por ello ha incluido en sus listas, entre otros, a un candidato abiertamente homosexual, tres armenios, un cristiano asirio y dos yazidíes, una exigua pero milenaria minoría religiosa que en el último año ha sido objeto de persecución y matanzas por parte del Estado Islámico. Uno de los candidatos yazidíes es Feleknas Uca, quien ya fue diputada en el Parlamento Europeo por el partido alemán Die Linke y que apenas habla turco por haber nacido en el seno de una familia originaria de Turquía que emigró a Alemania.

Tanto el HDP como el CHP han presentado a un buen número de candidatos alevíes, un grupo religioso chií heterodoxo que, pese a suponer el 20% de la población de Turquía, ha sido largamente discriminado por la mayoría musulmana suní. "Los partidos políticos turcos han ignorado durante años los problemas de las minorías", se queja el intelectual armenio y exasesor del Gobierno turco Etyen Mahçupyan: "Ya era hora de tener a candidatos de las minorías en las elecciones. Esto representará un progreso para la política de nuestro país".

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