López Obrador: “Me molesta que crean que estoy obcecado con el poder”

El incansable Andrés Manuel López Obrador estuvo cerca de tirar la toalla rumbo a las elecciones presidenciales de 2018. La idea de no buscar la presidencia por tercera vez rondó su mente. “Después del 2012 era para quemar las naves y decirles [a los políticos] váyanse al carajo. Yo no soy un ambicioso. No voy a volver a ser candidato”, reveló el líder de la izquierda en una entrevista con el periódico El Universal.

Pero el Peje, como le llaman sus simpatizantes, ha reconocido frente al periodista Jacobo Zabludovsky, que fue por décadas la mayor figura de Televisa, que intentará estar en las papeletas electorales por tercera ocasión. Esta vez como candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). “Tenemos una cita con la historia, a buscar que esto cambie”, señaló.

El anuncio no ha sorprendido a nadie en México. López Obrador ha comenzado a posicionar la idea en cada acto de campaña al que asiste de los candidatos de su partido que competirán en las elecciones del próximo 7 de junio. “La tercera es la vencida”, suele decir el tabasqueño sobre el templete frente a las pequeñas multitudes que reúne.

Falta poco más de un mes para que MORENA haga su presentación como partido político. La organización nació hace nueve meses aupada, en su mayoría, por simpatizantes de López Obrador, que trasvasó muchos apoyos y liderazgos políticos desde su antiguo partido, el PRD. Las encuestas le auguran un comienzo soñado, que amenaza incluso algunos importantes bastiones del PRD en la Ciudad de México. “Se va a ganar en municipios, delegaciones (alcaldías) del Distrito Federal, no descartamos ganar una gubernatura, nos va a ir bien”, señaló el exjefe de Gobierno de la capital mexicana.

López Obrador sufrió un infarto en diciembre de 2013. El mal cardiaco solo lo tuvo fuera del escenario político poco más de un mes. “Tuve suerte. Gracias a la ciencia y al creador estoy vivo. Y además de lo físico pude resolver el problema emocional, porque fue muy fuerte el infarto que me pegó”, dijo López Obrador, que ha presumido que ha vuelto a jugar béisbol, su deporte predilecto.

López Obrador retomó su gira nacional tras su reaparición pública de enero de 2014. Ha visitado todos los estados, donde suele hablar de su plataforma política hacia 2018 basada en “acabar con la corrupción”. Calcula que los traficantes de influencias y políticos corruptos roban unos "500.000 millones de pesos al año". “Si ponemos orden en eso vamos a poder financiar el desarrollo”.

El dinero, asegura López Obrador, le serviría para financiar apoyos sociales que dupliquen los recursos a los campesinos mexicanos e inscribir a los jóvenes al trabajo o a los estudios. También ha prometido, como suele escucharse en los actos de campaña que encabeza, que nadie quedará sin ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de México, la mayor en América Latina, que este año tuvo que rechazar a 92.000 estudiantes porque solo tuvo cupo para 8.000.

Después de dos resultados electorales adversos en los que fue el segundo candidato más votado, el polémico político intenta dar una cara más moderada. Ha subrayado que no está en contra de los empresarios con grandes fortunas ni de los comerciantes. También dice percibir que la sociedad comienza a pedir un cambio. “Es realmente muy alentador lo que está pasando… al pueblo lo pueden engañar una vez, dos veces, pero no lo pueden engañar toda la vida”.