El exprimer ministro Olmert, culpable en otro caso de corrupción
El político israelí ya fue condenado a seis años de cárcel por aceptar sobornos
Un tribunal de Jerusalén ha condenado al exprimer ministro israelí Ehud Olmert por aceptar prebendas ilegales en el marco del denominado caso Talansky, que ha vuelto a ser juzgado tras una primera sentencia de julio de 2012 en la que el ex jefe del Gobierno fue absuelto. Los jueces consideran probado que Olmert recibió sobornos del empresario estadounidense Morris Talansky. El 5 de mayo se conocerá la pena a la que será condenado el exprimer ministro, que se sumará a los seis años de prisión a los que ya fue sentenciado en mayo de 2014 por otro caso de corrupción y que ha apelado al Tribunal Supremo.
Este nuevo proceso ha sido juzgado por tres magistrados que han analizado nuevas pruebas. Se trata de grabaciones, el diario y el testimonio de Shula Zaken, una exasesora de Olmer que ha pasado a ser testigo protegido. Las grabaciones de audio hechas por Zaken revelan que Olmert la había persuadido para que no testificara en el primer juicio por temor a que lo pudiera incriminar.
Los jueces consideran probado un delito de abuso de confianza con circunstancias agravantes. Según la sentencia, Olmert recibió importantes fondos económicos en sobres procedentes del empresario de Nueva York Morris Talansky a finales de los años noventa y comienzos de la década de 2000. A finales del pasado mes de enero, los abogados de Olmert presentaron su alegato final, en el que argumentaron que "Shula Zaken había mentido" repetidamente ante los magistrados y que su cliente no podía ser sancionado por haber decidido no declarar en este caso.
El fiscal del caso, Uri Korb, ha asegurado que la condena a Olmert demuestra que se ha hecho justicia. "La batalla contra la corrupción es larga", ha afirmado Korb. "Durante siete años hemos estado diciendo que Olmert recibió fondos de manera ilegal y que era corrupto, además de que sus acciones dañaban la ética y la pureza del estado", ha añadido.
La magistrada Rivkah Friedman-Feldman, que sustituyó a uno de los jueces que absolvió en 2012 a Olmert, ha subrayado que el ex primer ministro debería haber sido condenado desde el primer momento, aunque no existieran todas las pruebas que hay ahora. "La decisión de Olmert de no testificar en el nuevo juicio habla por sí misma", ha dicho.
Esta segunda condena puede conllevar más años de prisión para Olmert. El fraude bajo circunstancias agravantes está penado con un máximo cinco años de prisión. Asimismo, la pena máxima por abuso de confianza es de tres años, pero la mayor parte de los jueces favorecen que la pena se salde con servicios comunitarios o un año de cárcel.
Los abogados del exprimer ministro han mostrado su malestar con el fallo y se han ratificado en la decisión de que no declarara ante el tribunal. "No pensábamos que hubiera pruebas suficientes para condenarle sin el testimonio de Olmert", ha afirmado el abogado Eyal Rosovsky, uno de sus defensores. A pesar de que los abogados no se han mostrado muy convencidos de recurrir el fallo, el portavoz de Olmert ha afirmado en un comunicado que van a presentar un recurso y que la sentencia está basada en las mentiras de Zaken.
En este primer caso, un juez de Tel Aviv consideró probado que Olmert, a quien tachó de “inmoral” por dejarse corromper, cobró 660.000 shékels (algo menos de 140.000 euros) a cambio de allanar el camino a una promoción urbanística conocida como Holyland (Tierra Santa, en inglés), cuando era alcalde de Jerusalén hace 20 años. El rotundo remata una colina de oeste de Jerusalén con seis bloques y una gran torre de viviendas visible desde buena parte de la ciudad.
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