Los yihadistas apresan a un centenar de miembros de una tribu iraquí
Entre los capturados hay varios niños de 9 y 10 años, según el jeque Anwar Asi al Obeidi
Miembros de la tribu Al Obeidi han denunciado este miércoles que el Estado Islámico (EI) ha tomado prisioneros a un centenar de sus integrantes en una aldea cercana a Tikrit. Al parecer, los yihadistas tratan de atemorizar a la población y neutralizar a potenciales enemigos ante la inminente ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra esa ciudad situada a 150 kilómetros de Bagdad. Se desconoce el paradero del grupo, que incluye a varios niños de entre nueve y diez años.
“El EI se ha llevado a nuestros hombres en represalia por su apoyo a las fuerzas de seguridad y por pertenecer a las tribus suníes que se oponen a su ideología”, ha declarado a Al Jazeera el jeque Anwar Asi al Obeidi, jefe de ese clan tribal al que también pertenece el actual ministro iraquí de Defensa, Khaled al Obeidi. Afirma que la mayoría de los capturados tiene familiares luchando contra el EI. “Es un intento de presionarles”, interpreta
Según su relato, las huestes del EI apresaron a un total de 118 adultos y 9 niños en Rubaidha, una aldea situada a 20 kilómetros al noreste de Tikrit, la semana pasada. Desde entonces han dejado en libertad a 21 de los hombres, pero no tienen noticias del resto, incluidos los niños de nueve y diez años.
“Irrumpieron en las casas y pidieron los móviles”, ha contado a Reuters Hatam al Obeidi, un habitante de Rubaidha que logró escapar. “Comprobaban cualquier cosa que pudiera mostrar que el propietario estaba en su contra”, explicó antes de añadir que uno de los hombres armados le devolvió su teléfono tras decirle que estaba “limpio”.
El silencio sobre los detenidos resulta especialmente preocupante ya que el jeque Anwar asegura que el EI ha matado a 600 miembros de su tribu desde que el pasado junio se hizo con el control de buena parte del norte y noroeste de Irak.
No es la primera vez que los yihadistas toman duras represalias contra una tribu suní. En noviembre salió a la luz la matanza de tres centenares de miembros de la tribu Albu Nimir, en Hit, una localidad de la provincia de Al Anbar. Los propios yihadistas dejaron claro que era un castigo por haberse resistido a su avance.
Desde hace días los soldados iraquíes y las milicias chiíes están preparando un ataque sobre las posiciones del EI al norte y el sur de Tikrit, lugar natal del ejecutado Sadam Husein. El gobernador provincial de Saladino anunció ayer martes que ya contaban con 5.000 tropas listas para el asalto. Los yihadistas, por su parte, estaban reforzando sus defensas, bloqueando las entradas a la ciudad y protegiendo los puentes, según testigos citados por las agencias de noticias.
Al otro lado de la frontera, en territorio sirio, también capturaron a 90 cristianos asirios en la provincia de Hasaka el pasado lunes. Un reciente informe de la ONU ha calificado de “genocidio” los abusos cometidos por el EI.
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