Kiev avisó del riesgo de su espacio aéreo antes del derribo del MH17
Holanda no avisó a las compañías porque los aviones comerciales viajan a alturas seguras
El Gobierno de Ucrania advirtió a Holanda de los peligros de sobrevolar su espacio aéreo tres días antes de la caída del vuelo MH17 de la aerolínea malasia en la provincia de Donetsk, que causó la muerte a sus 298 ocupantes. Kiev informó a La Haya del derribo de uno de sus aviones militares Antonov 24 —supuestamente abatido por separatistas rusos a 6.500 metros de altura—, pero declaró seguros sus cielos a partir de 9.750 metros. “Con esta información en la mano, el Gabinete decidió que no hacía falta tomas medidas adicionales (respecto a los vuelos comerciales)”, ha declarado Bert Koenders, titular holandés de Exteriores. El MH17 viajaba a 10.000 metros cuando estalló sobre la provincia ucrania de Donetsk, “probablemente por el impacto de varios objetos externos con alta energía que atravesaron el fuselaje”, según el informe provisional efectuado por el Consejo Holandés para la Seguridad. La Haya considera hoy que se trató de un atentado.
El ministro Koenders ha explicado la decisión gubernamental anterior a la tragedia aérea en una nota remitida al Parlamento. De sus palabras se deduce que el Gobierno trató la advertencia ucrania como una conversación de tinte político “para que se viera la penetración rusa en Ucrania”. El Ejecutivo holandés no fue el único informado por vía diplomática de los peligros aéreos. “Pero el mensaje principal era la intromisión cada vez más intensa de Rusia en el conflicto entre ambos países, mostrada por el derribo del Antonov 26”, dice Koenders.
De todos modos, otras compañías aéreas sí eludieron sobrevolar Ucrania. Entre ellas figura British Airways, Air France, Delta, Qantas, Korean Air, Cathay Pacific y China Airlines. Curiosamente, Air France, fusionada con KLM, buscó rutas alternativas a la ucrania. El vuelo MH17, sin embargo, viajaba a Kuala Lumpur en virtud de un acuerdo entre KLM y Malaysian Airlines. Muchos pasajeros (196 de los fallecidos eran holandeses) supieron en el propio aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol que se desplazarían con la línea asiática. KLM recibió innumerables críticas por no haber cambiado sus planes, pero su entonces director, Bert Eurlings, aseguró “no saber que el espacio aéreo ucranio era peligroso para aviones civiles”.
Bert Koenders no ha explicado a la Cámara qué ministros estaban al tanto de la llamada de atención de Ucrania. Desde entonces, el espacio aéreo sobre el este del país permanece cerrado. Tanto los separatistas prorrusos como el Gobierno de Kiev siguen echándose la culpa de lo ocurrido. Ambas partes aseguran que el misil tierra-aire que pudo derribar el MH17 era del otro. Holanda espera tener listo el informe definitivo sobre lo ocurrido antes de 2016.
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