Los consulados de México en EE UU se preparan para una avalancha
Un 60% de los beneficiarios de las medidas migratorias son de origen mexicano y algunos no tienen ni partida de nacimiento
Las medidas de inmigración anunciadas por el presidente de Estados Unidos el pasado jueves beneficiarán a unos cinco millones de indocumentados, pero al mismo tiempo van a generar una montaña burocrática. Se calcula que el 60% de los 11,7 millones de indocumentados que viven en el país son mexicanos. Aquellos que cumplen los requisitos, van a necesitar cédulas consulares, pasaportes y certificados de nacimiento para probar su identidad, lo que a su vez va a exigir a la administración mexicana trabajar a pleno rendimiento.
“El objetivo es que ningún mexicano que tenga posibilidad de regularizarse quede fuera”, dijo este lunes Carlos Sada, cónsul general de México en Los Ángeles, la ciudad con más personas en esta situación. Sada añadió que en la amnistía decretada por el presidente Ronald Reagan en 1986 hubo mexicanos que “no se regularizaron por falta de información”. “Arrastramos esa frustración”, dijo.
México cuenta con el precedente del programa Daca (que protege de la deportación a los que llegaron menores irregularmente, los llamados dreamers). El programa Daca ya tiene 650.000 beneficiarios, de los cuales 500.000 son mexicanos. De los cinco millones de posibles beneficiarios, 1,1 viven en California, aseguró Linda López, responsable de temas de Inmigración en la Alcaldía de Los Ángeles. Unos 800.000 son mexicanos y la mayoría de ellos viven en el Condado de Los Ángeles. “El desafío está aquí”, dijo Sada en una rueda de prensa el lunes por la mañana en el Consulado General en Los Ángeles. Sada considera que la ciudad californiana es la que va a recibir más presión en la búsqueda de documentos. El cónsul general recomendó a los mexicanos que empiecen ya a registrarse en el servicio Mexitel.
México tiene 50 consulados en Estados Unidos, la mayor red diplomática que un país tiene en otro país. Las personas que quieran regularizar su situación en Estados Unidos lo primero que tienen que hacer es probar su nacionalidad, y los consulados son la única institución que puede hacerlo. Algunos tienen pasaportes caducados, pero otros no tienen ninguna prueba de su nacionalidad. Estos son “los más vulnerables”, dijo Sada, puesto que son los que tendrán un camino más largo.
Estas personas tienen que lograr primero un certificado de nacimiento de su Estado de origen. Pero ese es un tipo de documento que no tiene foto, por lo que hay que rebuscar cualquier tipo de papel que pruebe su identidad, por ejemplo una cartilla escolar. “La instrucción que tenemos de México es ser más flexibles” en la burocracia para lograr la cédula consular, explicó Sada. Por ejemplo, el Consulado podría comprobar su origen mexicano a través de una entrevista personal, que sería suficiente para obtener algún tipo de documento provisional.
El nuevo programa para evitar deportaciones empezará a andar en abril, pero tanto el Consulado mexicano como las asociaciones de ayuda legal a inmigrantes recomendaron que la gente empiece ya a reunir documentación. “Utilicen estos 180 días”, pidió Angélica Salas, de la organización Chirla (Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles). Salas detalló que la gente tiene que buscar tres tipos de documentos: algo que pruebe su lazo familiar con un hijo o un cónyuge si cree que califican dentro de este supuesto; una prueba de identidad; y una prueba de que se encontraban en Estados Unidos el día del anuncio, por ejemplo “un recibo”.
En esta etapa, la información es fundamental, coincidieron tanto el consulado como la Alcaldía de Los Ángeles y las organizaciones de ayuda legal. “Si tiene hijos estadounidenses, no puede ser deportado”, dijo el cónsul Sada. Todos deben saber que aunque el programa empieza en abril, las medidas ya tienen efecto desde el día que el presidente dio el discurso, el pasado jueves. Incluso para aquellos que tuvieron un hijo el mismo jueves, recalcó Angélica Salas.
Salas pidió que la gente no tenga miedo de preguntar por ser deportada al tratar con las autoridades. “Lo único que asegura la deportación es mentir” en la documentación, dijo. “Pero no quiero que la gente se autodescalifique. Es mejor que revisen su caso. Todavía encontramos hoy jóvenes de Daca que no lo pidieron en su día”.
En el Consulado General de México en Los Ángeles trabajan más de 110 personas. Ya con los trámites para obtener licencias de conducir (una novedad que California introduce a partir de enero de 2015 ha registrado un incremento de actividad del 20%, explicó Sada a EL PAÍS. La sede central otorga unos 400 documentos de identidad al día, que suman unos 1.000 con las oficinas consulares móviles. Sada estima que necesitará entre 20 y 30 agentes más de los 60 que tiene actualmente y probablemente este nuevo proceso obligará a poner turnos por las tardes.
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