Mao Zedong nunca se fue. Su cadáver, o algo que se parece, se exhibe todavía embalsamado en el corazón del corazón del país, en un mausoleo situado en la plaza de Tian Anmen, frente a la Ciudad Prohibida. A los seis años de su muerte, el Partido Comunista destacó en el balance oficial de su presidencia que habían sido mayores sus aciertos que sus errores. Condenó su papel en la Revolución Cultural, pero siguió reivindicándole como el principal inspirador de la revolución china. El maoísmo y sus símbolos pertenecen a otra época, cuando en Pekín no había rascacielos ni automóviles, solo cuellos Mao y proletarias bicicletas, y China era Tercer Mundo.
Deng Xiaoping fue todo lo contrario. Nada de culto a la personalidad. Primacía de la política pragmática sobre la ideología. Reformismo en vez de rupturas revolucionarias. Apertura al mundo en vez del enclaustramiento maoísta. Gestión detallista en vez de grandes visiones filosóficas. Pero asumió el legado del Gran Timonel, expresado sobre todo en el monopolio del poder por parte del Partido Comunista. Y marcó con su personalidad discreta pero determinante el nacimiento de la nueva China que asciende de nuevo hacia el centro del mundo, como en la época imperial.
Esta ha sido su semana grande, su primera gran ceremonia de presentación internacional, cuando ha ejercido de anfitrión en Pekín de una nutrida reunión de líderes asiáticos y americanos, con motivo de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico. En los encuentros se ha visto que China, tal como querían los emperadores, incluido Mao, el emperador rojo, está de nuevo en el centro del mundo, de donde se sentía desplazada desde hacía dos siglos. Lo evidencian un alud de acuerdos sustanciales en todas direcciones: de seguridad, comerciales, medioambientales... Acompañados de caras serias con Japón; sonrisas cómplices con Rusia: por algo Ucrania es como Hong Kong; y un trato de tú a tú con Estados Unidos. Todos vestidos como Mao, en versión de lujo, en la típica y algo ridícula foto de familia de la APEC, símbolo redondo de la irradiación mundial de la nueva superpotencia que, a semejanza de Estados Unidos, también quisiera ser imprescindible.
Comentarios
El vocablo "China" significa el País del Centro. En su tiempo de grandeza imperial fue un gran centro cultural a escala mundial. Surgió entonces la gran corriente filosófica del TAO cuya enseñanza fue llevada a Occidente por el alemán Wilhem que tradujo el Tao Te King. Siglos después, como sucede con todo, el gran imperio se derrumbó y fue codiciado como una presa por Japón y los grandes imperios occidentales representados por Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos. La China de ahora sabe que los tiempos son otros, pero muy similares en voracidad animal. No es nada nuevo... Las fieras humanas se asemejan bastante a las fieras del reino animal. nada cambia, lo que cambia son los disfraces del circo político y en ese gran circo han bailado y siguen bailando todas las potencias.
En el año 1900 hubo una alianza de países, entre los que se encontraban japoneses, británicos, franceses, estadounidenses, alemanes, italianos y rusos. Esta alianza disponía de unas fuerzas de 54.000 soldados que ayudados por algunos chinos invadieron Pekin y saquearon la Ciudad Prohibida. La causa de todo esto fue un levantamiento popular (me río yo de lo Hong Kong Lluis), contra los extranjeros, lo que se denominó el levantamiento de los bóxers. Este levantamiento fue brutalmente reprimido (me río yo de lo de Tian’anmen Lluis), y la población civil duramente castigada, saqueada violada y asesinada. Las tropas rusas también invadieron Manchuria causando una gran represión sobre la población civil. El tratado de paz estableció el compromiso del gobierno chino de ejecutar a 10 oficiales implicados en la revuelta, pagar 333 millones de dólares a los vencedores en concepto de reparaciones de guerra a lo largo de 40 años, conceder aún más ventajas comerciales a los extranjeros y permitir el estacionamiento de tropas por parte de éstos entre Pekín y el Mar Amarillo, con el fin de garantizar la seguridad de las embajadas extranjeras en la capital.Paseando por los jardines de Zhongnanhai, la oficina de gobierno de la República Popular China (la casa blanca de los chinos Lluis), dentro de la Ciudad Prohibida y en cuyos jardines se sacrificaron muchos ciervos del Padre David, para amenizar la orgía de la soldadesca, Xi Jinping le dijo a Obama; “Es importante conocer la historia de China para entender las aspiraciones actuales de su pueblo y el camino escogido”Creo Lluis que no has entendido bien la sonrisa de Xi Jinping a Putin. No era de complicidad por lo de Ucrania (para eso hay que tener mucha imaginación), el mensaje era “el que ríe último ríe mejor”
Está muy bien contemplar la evolución de los autócratas chinos. Ahora habría que ver, como dirían en 'Amanece que no es poco', cómo notan esos detalles evolutivos en su afán diario los pobres ciudadanos que les soportan, por el cuerpo místico de Mao o por la santa limosna, una de dos.
El gran error del capitalismo orientado por consideraciones financieras consistió en haber entregado la manufactura a los chinos, dada la incesante búsqueda de menores costes. Hoy China está presente en miles de utensilios y artefactos que rodean la vida cotidiana, y que en gran medida nos hacen dependientes de ella; pero, como en un gigantesco enroque, China también depende de la decisión de compra de miles de millones de personas alrededor del mundo.
Pienso que China necesita un nuevo y a la vez continuador Deng Xiaoping . Este logró sacar al país de su inevitable camino hacia el desastre en una época mucho más difícil que la actual. Desgraciadamente los liderazgos políticos solo excepcionalmente escapan a la contaminación genética que les impone la tendencia fatal a la megalomanía y el afán de mantener el poder. Cuando Den dijo: En realidad ser rico no es malo y sobre todo abrió el camino a esta posibilidad no solo a los miembros del Clan, sino a todo el que tuviera la inteligencia, la cultura y la capacidad creadora necesaria, no solo triunfaron estos, el país en su conjunto dio un salto histórico en el camino de la justicia social. Ojalá se percaten (los propios chinos) y restauren el camino de Den, evidentemente sería su mejor elecciónPericles
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Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).