Nueva crisis de los laboristas tras la dimisión de su líder en Escocia
Lamont está harta de ver a su partido tratar a Escocia como “una sucursal de Londres”
La líder laborista de Escocia, Johann Lamont, ha presentado su dimisión con efecto inmediato, abriendo un nuevo frente en el partido del cada vez más cuestionado Ed Miliband. La diputada regional, de 56 años, ha dicho que ya está harta de ver a su partido tratar a Escocia como “una sucursal de Londres”.
Lamont, que lidera el partido en Escocia desde 2011, ha acusado a algunos compañeros laboristas, en una entrevista con el periódico de Glasgow Daily Record, de comportarse como “unos dinosaurios” incapaces de reconocer que “Escocia ha cambiado para siempre” después del referéndum de septiembre. “Hemos elegido permanecer asociados a nuestros vecinos en Reino Unido”, decía en la misma entrevista. “Pero Escocia es distinta y mis colegas deben reconocerlo”. “Existe el peligro”, añadía, “de que la política en Escocia sea entre dos equipos de dinosaurios: los nacionalistas, incapaces de aceptar que han sido rechazados por el pueblo, y algunos colegas de Westminster que creen que nada ha cambiado”. Detrás de su dimisión puede estar también, según algunos analistas, su propio malestar por el hecho de que Ed Miliband destituyera al secretario general de los laboristas escoceses, Ian Price, sin consultarla.
Una crisis al norte de la frontera es un escenario peligroso para Ed Miliband, que necesita retener los 41 escaños escoceses que su partido tiene en Westminster si quiere ganar las elecciones generales de mayo de 2015. Pero, a pesar de las palabras conciliadoras y de agradecimiento hacia la dimisionaria pronunciadas por el diputado Anas Sarwar, que la remplazará hasta que se elija un sucesor o sucesora, las críticas dentro del propio partido no se han hecho esperar y han llegado de dos pesos pesados del laborismo en Escocia.
Jack McConnell, que fue ministro principal escocés entre 2001 y 2007, aseguró en la BBC que estaba “muy, muy enfadado” e insistió en que el liderazgo nacional del partido tenía serias preguntas que responder. Aseguró que el Partido Laborista escocés se enfrentaba a una crisis después de una década de declive. También su predecesor Henry McLeish, que fue la máxima autoridad del territorio entre 2000 y 2001, ha dicho que la dimisión es una prueba de que su partido está en crisis. “Creo que Johann [Lamont] tiene toda la razón en los comentarios que ha hecho”, declaró también en la BBC. “El partido leva una década de declive y el SNP [Partido Nacionalista Escocés] ha ido ascendiendo. Hemos fracasado en responder al reto de la devolución de competencias. Los laboristas en Londres no tienen ni idea de las realidades de la política escocesa. Si hay cualquier tropiezo en el número de diputados que enviamos desde Escocia a Westminster en 2015, esto puede ser catastrófico para los deseos de Ed Miliband de ser primer ministro”.
Lamont asumió el liderazgo del partido en diciembre de 2011, después de la derrota ese año ante el SNP en las elecciones al parlamento escocés. Su liderazgo fue cuestionado durante la campaña del referéndum de independencia. Se criticaba su falta de estrategia general, y muchos votantes laboristas consideraron una traición la asociación con los conservadores en la campaña del no a la independencia, bautizada como “mejor juntos”. Después de la consulta, y a pesar de la victoria del no, su posición no ha hecho más que debilitarse, por el resultado favorable al sí en Glasgow –otrora bastión laborista por el que ella es diputada regional- y el imparable aumento de afiliados al SNP. Nicola Sturgeon, que sustituirá el mes próximo a Alex Salmond al frente de dicho partido nacionalista, dedicó un tuit a la crisis del partido de su oposición en el parlamento escocés de Holyrood: “Deseo lo mejor a Johann. Pero si esto es un relato preciso de sus motivos, el laborismo escocés realmente se está escacharrando”.
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