Gustavo Madero abandona el liderazgo de la derecha mexicana

En un giro inesperado, Gustavo Madero ha anunciado que abandona la presidencia del PAN, la principal fuerza de la derecha mexicana. Revalidado en mayo pasado en el puesto tras unas primarias en las que derrotó a los seguidores del anterior presidente de México, Felipe Calderón, el líder panista tenía el puesto asegurado hasta finales de 2015. Su salida tiene como objetivo obtener una candidatura como diputado para la próxima legislatura, un movimiento que es incompatible con su actual cargo. Fuentes del PAN señalaron que una vez integrado en la lista podría regresar a la presidencia. Entretanto, le sustituirá el secretario general y número dos, Ricardo Anaya.

Esta inesperada decisión ha generado un profundo malestar entre las filas panistas. “Es legal, pero incongruente, no ético ni moral”, afirmó el senador Daniel Ávila Ruiz, quien le apoyó en la reelección. “No es buena cosa que el capitán de un barco se marche a mitad de la travesía por un asunto personal”, remachó el senador Ernesto Ruffo Appel.

La salida de Madero ocurre antes de que las heridas del PAN hayan sanado. Una agresiva campaña por la presidencia lo enfrentó con el senador Ernesto Cordero, exsecretario de Estado de Calderón, que lo había acusado de proteger a toda costa a diputados y senadores cuestionados por corrupción. El anuncio del presidente del PAN llega menos de dos semanas después de que la esposa del expresidente Calderón, Margarita Zavala, haya reconocido que también buscará un escaño en el Congreso. Tanto Zavala como Madero se convertirían en diputados plurinominales (legisladores que no triunfan por el voto directo sino por el apoyo total que obtenga su formación). La lista de estos aspirantes es confeccionada por la dirección del partido. El ya expresidente del PAN tiene experiencia en el Congreso. En la Cámara de Diputados encabezó la Comisión de Hacienda. También fue senador de la República.

Considerado un representante del sector más moderado del PAN, Madero, de 58 años, ha sido uno de los principales forjadores del Pacto por México, el acuerdo tripartito que ha permitido al presidente Enrique Peña Nieto sacar adelante con amplio respaldo parlamentario su agenda reformista. El objetivo declarado de Madero era superar las elecciones intermedias de 2015, donde se renuevan nueve gobernaturas, 17 congresos estatales y 1.015 ayuntamientos. Las encuestas pronosticaban una mejora clara del PAN. El segundo paso de su estrategia consistía en recuperar terreno para dar el salto definitivo en la contienda presidencial de 2018. Desde la victoria de Vicente Fox en 2000 (42,5% de votantes), el respaldo electoral al PAN ha rodado cuesta abajo hasta quedar como tercera fuerza (25%) en las pasadas presidenciales, por detrás del PRD.