Un tribunal jordano absuelve al islamista Abu Qatada y ordena su libertad
Los jueces absuelven al clérigo radical de las acusaciones de terrorismo
El clérigo radical suní Abu Qatada fue puesto en libertad el miércoles por un tribunal de Jordania, que lo absolvió de su supuesta implicación en una intriga para asesinar a un grupo de personalidades estadounidenses e israelíes en la fiesta de nochevieja de 1999. En 2000, un tribunal jordano había condenado a Abu Qatada en rebeldía a 15 años de prisión por participar en ese llamado “complot del milenio” y en un contubernio terrorista contra una escuela americana. Qatada vivía en Reino Unido, que lo extraditó en julio de 2013. Jordania anuló las sentencias para someterlo a dos nuevos juicios. La puesta en libertad del miércoles llegó semanas después de que lo absolvieran de su supuesta implicación en el otro complot terrorista. Los tres jueces civiles que lo liberaron señalaron que las pruebas aportadas por la acusación son “débiles” e “inadmisibles”.
Durante sus meses en la prisión jordana, el influyente Abu Qatada ha criticado a las milicias suníes del Estado Islámico (EI), que actúan en Siria y en Irak. En una de sus comparecencias ante los jueces, Qatada se dijo persuadido de que el Estado Islámico sufrirá una derrota terminante porque “tienen la capacidad de matar y la de destruir, pero no la de construir”. El Estado Islámico es uno de los principales actores de la guerra civil contra el régimen de Bachar el Asad en Siria, donde además combate a otras facciones rebeldes. Abu Qatada censuró en Jordania la tristemente célebre decapitación de dos periodistas occidentales a manos de EI este verano.
Hace tres meses, la fulminante penetración de EI en Irak por el oeste disparó las alarmas en todo Oriente Próximo. Hace semanas que Estados Unidos combate a EI desde el aire en Irak. Aunque rechaza ayudar a Bachar el Asad en la guerra de Siria, hace días extendió al territorio sirio su campaña contra EI. Han atacado a sus milicias por aire y con misiles de crucero tipo Tomahawk. Jordania participa junto a EE.UU. en la alianza contra el Estado Islámico y ha admitido bombardeos de “posiciones terroristas” en su propio territorio.
La expansión de EI inquieta en Amman, que ha reforzado sus fronteras con Siria e Irak y ha reafirmado su estrecha alianza con Estados Unidos. En los meses de auge del Estado Islámico se registraron en el sur del país manifestaciones de apoyo a los islamistas que, si bien no fueron masivas, azuzaron el miedo a que surgiera una organización afín al Estado Islámico —entonces aún denominado estado Islámico de Irak y el Levante— dentro de Jordania. Se estima que en Siria e Irak pelean más de 2.000 islamistas jordanos, de los cuales la mitad militan en EI. En el reino jordano preocupa tanto el surgimiento de un EI autóctono como una hipotética invasión como la que arrolló al endeble ejército iraquí este verano.
Con sus críticas y su influencia, el clérigo Abu Qatada podría contribuir a desacreditar a EI en Jordania, pero es un firme defensor del Frente Al Nusra, la filial en Siria de Al Qaeda. Los milicianos suníes de Al Nusra son enemigos del régimen de Bachar El Asad, que en la guerra civil siria obtiene apoyos de Rusia, del régimen chií de Irán y de las milicias también chiíes de Hezbolá. Al Nusra es también es enemigo del Estado Islámico en el enmarañado tablero bélico sirio, donde ya han muerto casi 200.000 personas en 3 años y medio.
El juez español Baltasar Garzón describió hace años a Qatada como “la mano derecha de Osama bin Laden en Europa”. Se lo ha considerado uno de los clérigos islamistas radicales más peligrosos de Reino Unido y el resto del continente. Nacido en Cisjordania hace 53 años, su extradición desde Reino Unido tuvo que superar diversos obstáculos en prevención de que pudieran someterlo a torturas en Jordania.
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