Muere el hijo más joven del estafador Bernard Madoff

El castigo al clan de los Madoff continúa. Andrew, el hijo más joven del estafador Bernard Madoff, falleció en un hospital en Nueva York tras una larga lucha contra el cáncer. Tenía 48 años de edad. Su hermano Mark se suicidó a finales de 2010, justo dos años después de que se destapara la que está considerada como la mayor trama piramidal en la historia reciente de Wall Street.

Andrew Madoff rompió cualquier tipo de relación con su padre nada más les confesara a él y a su hermano que toda la fortuna que tenían era fruto de un fraude que mantuvo en pie durante varias décadas. El financiero, que hasta entonces era uno de los nombres más reconocidos de Wall Street, fue condenado a 150 años. Cumple sentencia en Butner, Carolina del Norte.

Hace un año, en una entrevista con la revista People, el hijo que seguía vivo de los Madoff dijo no haber perdonado a su padre por lo que hizo. Fue rotundo: “ya está muerto para mí”, declaró. Como Mark, siempre defendió su inocencia y dijo no estar al corriente del fraude, pese haber trabajado en la misma firma en Nueva York desde la que orquestó la trama piramidal.

Mark Madoff no pudo aguantar la presión y se suicidó cuando tenía 46 años de edad. Los dos se preguntaron siempre cómo era posible que Bernard Madoff pudiera haber provocado tanto daño. La investigación penal nunca dio con pruebas que los relacionaran con el fraude. Irving Picard, el responsable de recuperar los fondos para los estafados, intentó que se reabriera causa contra ellos.

El fraude está calculado en 17.500 millones de dólares. Picard está convencido y tiene ahora evidencias que demuestran que tanto Mark como Andrew ayudaron a su padre a encubrir la trama y evitar así que fuera detectada por los reguladores del sistema financiero. Por eso pidió el pasado julio al juez que le permitiera incluir nuevos detalles a la causa, que lleva abierta cinco años.

Picard logró recuperar más de 9.800 millones para compensar a los estafados por Bernard Madoff. Su mujer, Ruth, también se distanció del marido y de la alta sociedad en la ciudad de Nueva York. Hace meses que se mudó a la casa de su hijo en Connecticut, para estar a su lado durante el tratamiento. Cambió los paseos en yate por las visitas con su hijo al hospital.