Egipto ilegaliza el brazo político de los Hermanos Musulmanes
En diciembre, el movimiento islámico fue declarado "organización terrorista" por las autoridades
El Tribunal Supremo Administrativo de Egipto dictó el sábado la disolución del el brazo político de los Hermanos Musulmanes, y la confiscación de todos sus bienes. La sentencia cierra definitivamente la puerta a la Hermandad de las próximas elecciones legislativas, que está previsto que se celebren en otoño. El histórico movimiento islamista se impuso en las primeras elecciones democráticas del Egipto posrevolucionario, y uno de sus líderes, Mohamed Morsi, fue derrocado de la presidencia del país por un golpe de Estado hace poco más de un año.
Desde entonces, la cofradía ha padecido una represión implacable, y la práctica totalidad de su cúpula, además de miles de sus simpatizantes, se halla encarcelada. Los Hermanos Musulmanes y todas sus instituciones afiliadas ya fueron disueltos el pasado mes de octubre también a través de una sentencia judicial. Sin embargo, la legislación egipcia otorga una mayor protección a los partidos políticos, que solo pueden ser ilegalizados por el Tribunal Supremo Administrativo, y no por una corte ordinaria.
Ahora bien, en la práctica, el PLJ ya había dejado de funcionar. “El día del golpe de Estado nos clausuraron la mayoría de las oficinas del partido. De todas formas, ya no se nos ocurre ni acercarnos por el miedo de que nos arresten”, explicó un joven miembro de los Hermanos Musulmanes que prefiere guardar su anonimato. De hecho, tanto el presidente del partido, Saad el-Katatny, como su secretario general, Mohamed Beltagy, han recibido ya una condena de muerte y están siendo juzgados en otros varios procesos.
La sentencia responde a una decena de denuncias interpuestas contra el partido, al que se acusa de ser “una rama de una organización terrorista”, en referencia a los Hermanos Musulmanes. La cofradía fue declarada grupo terrorista por las autoridades el pasado mes de diciembre al atribuirle una ola de atentados contra las fuerzas de seguridad, si bien el movimiento islamista se ha desmarcado de estas acciones. El tribunal justificó su decisión en el hecho de que el PLJ viola la cláusula de la ley de partidos que prohibe la creación de formaciones de base religiosa
El veredicto judicial corta una posible vía para futura reintegración en la vida política de la Hermandad. Algunos analistas sostenían que el PLJ podría ser reactivado si se produjera un acuerdo entre el gobierno del presidente Abdelfattá al Sisi y los líderes de la Hermandad, o al menos los representantes de la facción más moderada. No obstante, fuentes gubernamentales aseguran que no hay reconciliación posible con la cúpula actual de la organización, y que antes de cualquier negociación, se deben concluir los procesos judiciales en marcha.
La sentencia llega dos días después de que saliera a la luz pública la petición por parte de un tribunal egipcio al muftí de la República, una de las más altas autoridades religiosas del país, de que reconsiderara su rechazo a la pena de muerte dictada contra el Guía Supremo de la Hermandad, Mohamed Badie. La opinión del muftí, que no es vinculante, representa una rara discrepancia ante el consenso que parece haber generado entre los órganos del Estado la amplia ola represiva contra el movimiento islamista.
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