Las petroleras extranjeras empiezan a sacar a sus trabajadores de Irak
El Ejército defiende la principal refinería del país ante la ofensiva yihadista
Las fuerzas iraquíes seguían combatiendo este jueves para defender la refinería de Baiji, la principal del país, que los insurgentes suníes atacaron la víspera por segunda vez en una semana. Un portavoz militar insistió en que sus hombres habían logrado repeler el asalto. Sin embargo, con los rebeldes manteniendo el control de las carreteras de acceso, todo apuntaba a que la lucha no había concluido. Por ahora, la batalla por Baiji no ha afectado al precio del crudo en los mercados internacionales, pero las compañías petroleras occidentales han empezado a evacuar a su personal de Irak.
Con las quintas reservas globales probadas de crudo, Irak se ha atraído a las grandes petroleras porque es uno de los pocos lugares en los que aún tienen acceso a depósitos abundantes y de bajo coste de extracción. Las principales instalaciones extractivas se encuentran al sur del país, muy lejos de las zonas capturadas por los insurgentes, y los pozos de Kirkuk han sido asegurados por los peshmergas, los milicianos kurdos.
“De momento, la producción de petróleo en el sur está a salvo y las operaciones se desarrollan con normalidad, pero por supuesto la inestabilidad en el norte va a tener un impacto en la percepción de riesgo y los mercados lo reflejaran en un aumento de los precios del petróleo a corto plazo”, estima Ruba Husari, analista especializada en el sector petrolero de Irak.
El efecto psicológico ha hecho que las compañías hayan empezado a sacar del país a sus trabajadores extranjeros. Exxon ha evacuado a sus expatriados del campo de West Qurna 1. BP también ha decidido prescindir de un quinto de sus empleados en el vecino Rumaila. Incluso Petro China, el mayor inversor petrolero en Irak, anunció que va a retirar a parte de su personal.
En clave interna, la disputada refinería de Baiji reviste gran importancia para el país. “Baiji proporciona un tercio de los productos refinados Irak. Cualquier interrupción en su funcionamiento y la distribución de sus productos, en especial la gasolina, va a tener un impacto en todo Irak, no solo en el norte. Además, afectará a la generación de electricidad en esa zona”, explica Husari. El Gobierno insistía este jueves en que mantenía el pleno control de las instalaciones. “Tropas antiterroristas y del cuartel general de Saladino han logrado liberar la refinería de Baiji y está totalmente bajo su control”, subrayó el general Qasem Atta. El Ministerio de Petróleo anunció acciones legales contra las agencias France Presse, Reuters y Associated Press por haber difundido el día anterior que los insurgentes habían tomado la refinería, situada 200 kilómetros al norte de Bagdad.
La cadena Al Arabiya, de propiedad saudí, mostró imágenes en las que se veía humo saliendo de la planta y la bandera negra del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) ondeando sobre uno de los edificios. También algunos trabajadores que lograron escapar de los combates aseguraban que los milicianos aún tenían varios edificios en su poder, pero que las fuerzas gubernamentales controlaban algo más de la mitad del recinto.
Al parecer varios depósitos de gas estallaron cuando de madrugada fuerzas especiales bombardearon las posiciones rebeldes desde helicópteros. Esa intervención provocó un repliegue de los atacantes y permitió la salida de los 250 empleados que aún quedaban en la refinería, después de que el martes suspendiera sus operaciones y los extranjeros fueran evacuados.
Mientras, el Gobierno iraquí esperaba ansioso la respuesta de EE UU a su petición de ataques aéreos a los rebeldes. Tanto Arabia Saudí como Turquía se mostraron contrarios a esa medida por considerar que va a causar víctimas civiles innecesarias.
Incluso si la planta de Baiji siguiera operando con normalidad, no podría distribuir sus productos a las provincias porque los rebeldes controlan los alrededores. Las instalaciones, que se extienden varias hectáreas e incluyen una zona residencial además de las factorías, la unidad de control y las dependencias administrativas, se encuentran a 10 kilómetros al norte de Baiji. Esa localidad fue capturada por el EIIL y sus aliados la semana pasada cuando avanzaron desde Mosul hasta Tikrit. A partir de entonces controlan ese tramo de la Nacional 1, así como los accesos desde Ramadi (oeste) y Hawija (este).
“El EIIL quiere tomar Baiji porque se está quedando sin gasolina en Mosul”, apunta un periodista local. Los extremistas han anunciado el corte del abastecimiento eléctrico en la ciudad durante el Ramadán, que empieza en 10 días, para que sus habitantes puedan “experimentar la vida como en tiempos del Profeta”.
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